A ver, que es verano y si las teles se relajan, pues yo también. Hoy les escribo esta crónica sin comprar la revista (se rumorea en el barrio que mi kiosquera ha huido a casa de una amiga en Benalmádena) porque no se puede tener una portada más bajón que esta. Las cosas como son. Ya me van a contar ustedes el interés que tienen dos menores de edad en portada y una de ellas con la pierna vendada y muleta. ¿Cuál es el mensaje? ¿Qué la familia real es humana y se hace esguinces? Yo es que ya saben que estas dos criaturas me dan una pena horrorosa por todo a lo que están expuestas por su familia y que apenas se habla de ellas, excepto para desearles que tengas una infancia normal en la medida de lo posible.
Por eso hoy, en una acrobacia literaria, les vengo a hablar de dos familias rotas que, en realidad, menos familia, son casi de todo. Los Borbón y Los Janeiro. Dos sagas que, aunque parezcan distintísimas, se parecen más de lo que les gustaría.
Pasen y lean, y crucemos los dedos para que no me caiga una querella de las gordas.
No es una buena semana para los patriarcas de estas dos familias. Uno, porque la ha cascado (Humberto, que también es nombre de rey) y el otro porque se ha fugado. Digan lo que digan, ha salido por patas. Porque fíjense qué curioso que el hombre se va de España en un momento en que la Fiscalía Suiza y la española le están investigando.
¿Qué más tienen en común las dos familias? Pues una cosa muy curiosa. Los hijos han renegado de ambos padres como yo reniego de la carrera discográfica de Yola Berrocal. Siguiendo la hemeroteca de HOLA, se puede comprobar que Jesulín (gran cantante, mejor torero) apartó hace años a su padre del resto de la manada por pendón y por unos trapicheos con los dineritos. Y eso, exactamente, es lo que ha hecho el marido de Letizia con su padre. Porque le han mandado bien lejos gracias a lo que está cantando Corina, que es una mujer que debería representar a España en Eurovisión, porque nadie ha cantado como ella. Y Felipe, además, le ha quitado el sueldo anual que percibía por hacer nada dos veces al año. Es decir, los dos hijos han acabado con cualquier rastro de honorabilidad que les quedara a sus padres.
Muy fuerte las coincidencias ¿eh?
Y luego están… LAS VILLANAS.
BELÉN ESTEBAN y LETIZIA ORTIZ (al loro) son dos mujeres a las que nunca quisieron el resto de los miembros de la familia de sus maridos. De los Janeiro nos hemos enterado de todo a través de exclusivas y entrevistas de televisión que eran droga dura. Y a Letizia le vimos montando un pollo disparatado a Sofía en la Catedral de Palma de Mallorca. ¿Se acuerdan? Menudo momentazo con Letizia disparada haciéndole un placaje de rugby a su suegra mientras la niña le daba un manotazo a la abuela. En esto, el zurrarse en público, los Janeiro han estado más finos. Quién lo iba a decir.
Peeeeeeeeeeeero (atentas al giro de guion) el tiempo lo ha puesto todo en su sitio y resulta que las villanas han pasado a ser víctimas. Porque lo de la Esteban lo ha contado ella tantas veces por dinero que no sé yo cómo esta señora no tiene su propia sucursal bancaria. Y lo de Letizia nos lo imaginamos todos. Mi amiga Merche siempre dice eso de “el día que Letizia cante, va a hacer buena a Lady Di”. Vaya usted a saber.
Con esta idiotez que les estoy contando hoy, lo que en realidad les quiero decir es que, tiaras y palacios aparte, no es que seamos tan distintos. Mucha gente pensará que la portada de HOLA de hoy mezcla churras y merinas y a mí me parece la misma cosa.
Jesulín y Felipe (me caen medio bien los dos, excepto cuando Jesulín canta) han sido los verdugos públicos de sus padres. Uno ya está en el cielo de las discotecas con un whisky en la mano y bien de señoras rubias y el otro, probablemente, está igual, pero en la Tierra. Y los medios de comunicación dicen que poco les falta para encontrarse “porque fíjate tú el disgusto y la tragedia que le estamos echando encima a Juan Carlos”.
Para rizar el rizo más todavía… ¿Cómo se me quedan si les digo que LAS OTRAS tienen hasta nombres parecidos? Corina y Camila podrían ser un dúo pop perfectamente. Dos rubias cañón. Como Sonia y Selena, pero con transferencia de fondos. Corina es más de vodka Martini y Camila de carajillo (probablemente), pero en esencia es lo mismo. Dos mujeres enamoradas de un galán patriarca que guapos no eran, pero estaban “alpargatados de billetes” hasta que dejaron de estarlo.
Con esta idiotez, me despido por unos días, porque me hacen falta vacaciones mentales y les espero a ustedes ya en la vuelta al cole, a no ser que el HOLA haga una portada épica (La exreina Sofía embarazada de gemelos o algo así) y entonces yo tenga que salir de mi escondite para contarles la tragedia nacional en directo.
Aprovecho para dar las gracias por todos los mensajes que me siguen llegando de lectoras que la están gozando con “Esto te pasa por influencer” (pueden mandarme todas sus fotos a través de Instagram) y sólo quiero pedirles que mantengan la distancia y que usen la mascarilla para todo, que ya sé que es un coñazo, pero por ahora es lo que podemos hacer. Les digo esto porque a la vuelta de las vacaciones las quiero a todas ustedes aquí y que no nos falte ni una.
Les mando besos. Ha sido una gozada pasar esta temporada con ustedes.
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