jueves, 13 de diciembre de 2018

NATALIA YA HA GANADO OT 2018


 El año pasado les hice un post resumen con mis impresiones sobre los finalistas de OT y reventó en redes. Este año no lo voy a hacer. Los que me leen saben que yo me debo a ustedes por encima de todo y que, con mejor o peor fortuna, siempre les soy sincero. Sin menospreciar los talentos de Julia (esta chiquilla se merece una carrera en condiciones), Famous (a Eurovisión ya y que baile), Alba Reche o Sabela, este año y antes de que se celebre la final ya hay una ganadora. Y se llama Natalia.



Algunos de ustedes quizá no saben que hace unos años yo me dedicaba a componer y producir canciónes junto a Juan Belmonte y vendimos millones de discos. Trabajamos para gente como Cher, Mónica Naranjo, Kylie MInogue, Santana, Miguel Bose o incluso Whitney Houston. Todos esos años trabajando con los grandes me ayudaron a reconocer el talento sin límites. Por eso Natalia es la única ganadora de esta edición. Gane o no.



La industria discográfica va a saber reconocer que Natalia es un monstruo escénico y vocal. Y muy pocas veces se puede ver a alguien bailando como ella y seguir cantando sin desafinar. Tiene la actitud, tiene una garganta privilegiada y una versatilidad como no se recuerda en el pop español. Y canta en inglés sin hacer el ridículo, que ya es mucho.



Natalia tiene el lado macarra de Gaga (sin travestismos), la picardía de Katy Perry, lo irreverente de Miley Cyrus. Natalia es ya una estrella del pop aunque ella no lo sepa. Por logística no he podido ver los programas pero sí las actuaciones en YouTube. Y es la única que cuando pisa un escenario, lo pisa. La procesión va por dentro pero no hay ni rastro de inseguridad en Natalia. Y el público adora una mujer fuerte de voz portentosa que sabe decir cantando aquello de “aquí estoy yo”.



Desde su primera actuación a la última hay que decir que no se aprecia una espectacular evolución, pero es que su nivel era altísimo nada más empezar. Aún así, ha aprendido a pulir, a mejorar y a no tenerle miedo a nada. Quizá es porque “tiene hambre de cantar” y se nota. Y eso es maravilloso. Mi amigo Pedro Palomo (no dejen de visitar www.vivaeurovision.com) y yo hablamos mucho de música, y cuando me preguntó por los chicos de esta edición recuerdo contestarle literalmente después de ver las actuaciones del primer programa esto:

“Natalia. No hay otra opción”



Y es que nunca la ha habido. Lo único que diferencia a Natalia de sus compañeros es que ella, probablemente ha nacido artista. El resto son cantantes (algunas muy buenas, de hecho) pero no son artistas. Lo de Natalia es otro nivel. Una lección en escena cada noche. Y como espectador y amante de la música, uno no puede estar más agradecido de que un formato como OT me haya descubierto a una artista así.



Ahora esperamos que la industria sepa la joya que tiene entre manos y le haga justicia, porque si hay alguien que se la merezca, es Natalia. Gane o no, ya ha ganado. Y eso, para la música española es una buenísima noticia. 

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