El año pasado les hice un post resumen con mis impresiones
sobre los finalistas de OT y reventó en redes. Este año no lo voy a hacer. Los
que me leen saben que yo me debo a ustedes por encima de todo y que, con mejor
o peor fortuna, siempre les soy sincero. Sin menospreciar los talentos de Julia
(esta chiquilla se merece una carrera en condiciones), Famous (a Eurovisión ya
y que baile), Alba Reche o Sabela, este año y antes de que se celebre la final
ya hay una ganadora. Y se llama Natalia.
Algunos de ustedes quizá no saben que hace unos años yo me
dedicaba a componer y producir canciónes junto a Juan Belmonte y vendimos
millones de discos. Trabajamos para gente como Cher, Mónica Naranjo, Kylie
MInogue, Santana, Miguel Bose o incluso Whitney Houston. Todos esos años
trabajando con los grandes me ayudaron a reconocer el talento sin límites. Por
eso Natalia es la única ganadora de esta edición. Gane o no.
La industria discográfica va a saber reconocer que Natalia
es un monstruo escénico y vocal. Y muy pocas veces se puede ver a alguien
bailando como ella y seguir cantando sin desafinar. Tiene la actitud, tiene una
garganta privilegiada y una versatilidad como no se recuerda en el pop español.
Y canta en inglés sin hacer el ridículo, que ya es mucho.
Natalia tiene el lado macarra de Gaga (sin travestismos), la
picardía de Katy Perry, lo irreverente de Miley Cyrus. Natalia es ya una
estrella del pop aunque ella no lo sepa. Por logística no he podido ver los
programas pero sí las actuaciones en YouTube. Y es la única que cuando pisa un
escenario, lo pisa. La procesión va por dentro pero no hay ni rastro de inseguridad
en Natalia. Y el público adora una mujer fuerte de voz portentosa que sabe
decir cantando aquello de “aquí estoy yo”.
Desde su primera actuación a la última hay que decir que no
se aprecia una espectacular evolución, pero es que su nivel era altísimo nada
más empezar. Aún así, ha aprendido a pulir, a mejorar y a no tenerle miedo a
nada. Quizá es porque “tiene hambre de cantar” y se nota. Y eso es maravilloso.
Mi amigo Pedro Palomo (no dejen de visitar www.vivaeurovision.com) y yo hablamos
mucho de música, y cuando me preguntó por los chicos de esta edición recuerdo
contestarle literalmente después de ver las actuaciones del primer programa
esto:
“Natalia. No hay otra opción”
Y es que nunca la ha habido. Lo único que diferencia a Natalia
de sus compañeros es que ella, probablemente ha nacido artista. El resto son
cantantes (algunas muy buenas, de hecho) pero no son artistas. Lo de Natalia es
otro nivel. Una lección en escena cada noche. Y como espectador y amante de la
música, uno no puede estar más agradecido de que un formato como OT me haya
descubierto a una artista así.
Ahora esperamos que la industria sepa la joya que tiene
entre manos y le haga justicia, porque si hay alguien que se la merezca, es
Natalia. Gane o no, ya ha ganado. Y eso, para la música española es una
buenísima noticia.
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