Muy buenas, por decir algo. Sí, estoy encerrado en mi casa
con mi marido y mi perro desde el día 12 del mes pasado. Y hoy he decidido volver
a escribirles su columna favorita porque son todo ventajas. Mi marido y el
perro descansan de mí unas horas. Ustedes se ríen. Reír adelgaza y esto es una
cosa que necesitamos muchísimo porque no sé ustedes, pero yo me estoy comiendo
hasta los pomos de las puertas y la cosa esta de entrenar por directos de
Instagram… ¿en serio alguien en este mundo quiere terminar como Anabel Pantoja?
Pues ahí lo llevan. Total, que en un ataque de responsabilidad de esos que se
te caen los empastes, me he comprado la edición digital de su revista de
ciencia ficción favorita HOLA para llevar un poco de alegría y espanto a
sus hogares. Sí, hoy me he levantado muy de servicio público. Veremos lo que
dura.
Pasen y lean, que aquí lo único contagioso es la risa floja.
Antes de nada, comentarles que estoy haciendo un programa muy
pintón en Instagram. Lo pueden ver de lunes a viernes de 6 a 7 de la tarde. Se
llama CORONALOVE y tiene invitados ilustres. Es muy loco. Viene presentadoras
de televisión, concejales del PP, tronistas y cantantes de primera línea. Y
estos son los invitados de hoy. Pueden verlo haciendo click AQUÍ
Una cosa que me tiene un poco de los nervios estos días son
los famosos diciéndote que te quedes en casa como ellos. Ellos, que tienen una
casa de seis mil metros, con parcela a cascoporro y piscina con forma de guitarra.
Hay que joderse. Y las del HOLA, que están empeñando las perlas que les quedan
para comprar reportajes de archivo, hoy nos traen a una señora con cara de
envenenar a sus maridos que se llama CAROLINE (la Carol) y que resulta que es
la dueña de la mansión de “Lo que el viento se llevó” que es una película que
los millenials ni puta idea. ¿Y cómo es la casa? Pues miren, un espanto con
pretensiones. Le llegan a poner una columna más y una moldura más y sería “El
Museo del Yeso de Charleston”.
Todo es barroco. Todo. Hay hasta un perro homosexual que no
quiere salir en las fotos pero le obligan. La sala principal es una pesadilla
navideña. O sea, imagínense en Agosto en Oklahoma (que es un poco Murcia) en un
salón decorado en verde botella, rojo y dorado. Si no te da un ictus en ese
salón no te da en ningún sitio. Y Carol, la dueña, dice que para comprarse la
casa vendió dos anillos. Uno de ellos debía ser el de Frodo porque ya me vas a
contar cuanto vale esa sobredosis de tapetes, crisantemos y mármoles que ríase
usted de los tanatorios de Almería. Y de los dormitorios no vamos a hablar
porque follar hacer el amor ahí es imposible. Es imposible hacer el
misionero con esos estampados. Como complemento, Carol saca en una foto a su
marido que es un señor con cara de salir de casa dejándose un grifo abierto.
Ideal.
ENRIQUE IGLESIAS, que es la kriptonita de Julio José, sale
en unas fotos porque tiene una novia tenista de toda la vida con la que tiene
mogollón de hijos. Pero es que claro, la casa de Enrique es estupenda y te dan
ganas de hacer el amor todo el rato. Hasta yo podría quedarme embarazado en ese
paraíso del minimal que tiene.
LADY ELENA OCHOA es una señora que hace dos mil años tenía
un programa en la tele donde te enseñaba a encontrarte el clítoris, el punto G
y lo que hiciera falta. Luego se casó con un arquitecto alpargatado de billetes
y ahora vive en Suiza con el interfecto, un hijo con pinta de cantautor
sensible y dos perros con pinta de negacionistas. La lady no lleva ni guantes
no mascarilla porque lo mismo las vecinas le ponen buena por alarmista porque
en Suiza cualquier cosa es una alarma. Que se lo digan a Bárcenas.
Un cuñado de ELSA PATAKY se está frotando la tabla de surf
con una que se llama Gabby y que es modelo. Súper necesaria esta información.
Luego viene un reportaje de señoras que están estupendas a
los 50. Lo malo no es que no me hayan sacado. Lo malo es que si le pones al
reportaje una pegatina de “Corporación Dermoestética” pues te crees que en un
catálogo. Porque Naomi Campbell no se ha puesto pómulos. Se ha injertado dos
mandarinas. ¿Y Melania Trump? Pues rara, que la tensión facial le ha dejado
cara de “yo no miro, yo sospecho”.
Luego sale la Infanta Elena que sale de casa con mascarilla
y guantes y que, oye, a mi ella me cae fenomenal, pero ponerle después del
reportaje “Fabulosas a los 50” es una putada enorme. Lo que es, es. Ya verás
Froilán cuando se entere.
Por cierto ¿nadie se pregunta qué está haciendo Froilán en
un mundo sin discotecas?
AL LORO CON LA PORTADA
La portada es el WHO? del año. Una tal Sofía, que es una que
no conocen ni en su escalera de vecinos pero que por lo visto se ha casado con
un tipo bien y que resulta que está embarazada. Imaginen el bostezo. Sofía sale
en fotos de archivo y siempre tiene cara de que la suspendieron en primero de
influencer y se quedó a medio camino. Un
pasmo innecesario el reportaje. Y si ella aprende a posar sin tener esa cara de
oler a coliflor, pues mejor.
EL MUNDO SE ACABA y prueba de ello es que las del HOLA se
han cascado un reportaje que se llama “los tatuajes de los royals”. La semana
que viene, lo mismo dedican 9 páginas al impresionante documento de Máxima de
Holanda aprendiendo a enchufar la Nespresso ella sola.
CARLOS y CABALLO CAMILA PARKER están pasando estos días
encerrados en una casa donde no dejan de abrazar perros. Es dantesco lo de la
página 51. Y una curiosidad, Carlos ha pillado el Coronavirus y Camila no. Esto
quiere decir que la actividad erótico festiva en esa casa es una fantasía. No
se tocan ni la tiara.
CHENOA, que es amiga, musa extraordinaria, cantante de éxito,
personalidad televisiva y reina mundial del chándal, sale en HOLA porque ha
tenido que aplazar la boda, pero lo mismo no. Porque uno lee el reportaje y no
le quedan las cosas claras. Gracias a Dios, las fotos que ilustran esto fueron
hechas antes de que Chenoa decidiera cortarse el pelo ella sola en casa. Que yo
la quiero, pero lo que no es, no es. Ojo a ella que está haciendo unos directos
de Instagram gloriosos.
ANABEL PANTOJA, el terror de la gimnasia online, anuncia al
mundo que ya tiene nueva fecha para su boda con un señor que es blanco pero al
que ella llama “mi negro”. La fantasía que va a ser esa boda hace que el
confinamiento sea más llevadero imaginando esos desastres de estilismos. Ya
verán.
El Papa Francisco ha dado una misa en un balcón. No ha ido
nadie. Ya ven.
¿Y las tendencias? Pues las del HOLA, que están macabras
perdidas, han decidido sacar la semana que viene un número especial moda (justo
cuando todas las tiendas están cerradas) que se llama “Se lleva el optimismo”.
Les juro que les he escupido un Bitter Kas al perro del impacto.
Terminamos con la última moda que es hacerte fotos con tu
perro. Ese perro que a estas alturas te odia locamente y no soporta pasar un
minuto más a tu lado, que está hasta el moño de oír como te quejas y que se
traga esas series horrorosas que ves en Netflix (Toy Boy es un homenaje a los malos
actores de toda la vida, pero sale el hijo de Mar Flores en tanga haciendo de
gay sordomudo EN SERIO). Total, que por favor dejemos a los perros en paz, que
como a esos perros les dé un día por hablar… vamos a flipar todos.
Hasta aquí ha llegado el desastre semanal.
Espero que se hayan reído.
Si no, siempre tienen a Ana Rosa por las mañanas, que hay
que ver cómo está Ana Rosa.
Pero de eso hablamos otros días.
Se les quiere. Quédense en casa.
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