martes, 12 de marzo de 2019

TELEVISIÓN: LEAVING NEVERLAND



He visto LEAVING NEVERLAND, el documental de dos capítulos sobre los ¿presuntos? abusos sexuales a dos niños. ¿Es intenso? Mucho ¿Asusta? Bastante. ¿Vamos a descubrir cosas terribles que nunca habíamos imaginado? No.

Lo de Michael Jackson es como lo del Vaticano. Cuando el río suena, agua lleva. La verdad es que MJ nunca fue condenado. Claro, no fue condenado porque en los casos más graves se alcanzaron acuerdos para no llegar a juicio. Lo que es, es. Y sin embargo, hay algo completamente terrible en el documental.

Se muestran los testimonios de dos presuntas víctimas que declararon (en su momento) en sede judicial que MJ jamás les tocó o mantuvo relaciones sexuales con ellos. Sin embargo, ahora en el documental describen perfectamente relaciones sexuales de todo tipo. Incluso de esas que dejan manchas de sangre en la ropa interior. Hay que decir, que los dos hombres (ambos heterosexuales hoy y felizmente casados) no hablan con rencor, no se percibe un deseo de hacer daño y hablan, en cierta manera, desde la distancia, el querer “confesar” de una vez y el deseo de poner las cosas en su sitio.

Eran niños y estaban completamente abducidos por la estrella más grande que haya conocido el pop. Desde ese punto de vista y con todos los detalles que dan, los testimonios son bastante creíbles. Tanto como para que la principal emisora de radio británica haya prohibido volver a emitir la música del rey del pop. Pero lo verdaderamente terrible son los padres. Dos madres, para ser exactos, que son todo lo contrario a sus hijos. Dos madres que, vaya usted a saber por qué, permitían que MJ durmiese con sus hijos. Abducir a un niño a los 9 años es bastante fácil. Hacerlo con una señora de 40, la verdad es que no.

El documental, que es más dulce con la figura de MJ de lo que podría ser y que evita en todo momento el amarillismo, muestra con bastante claridad un escenario de lo que pasó. Para bien y para mal. Y el panorama es desolador. MJ era una persona profundamente infeliz, un marginado, una persona atrapada por la vida, por su éxito y por lo que quería ser y no podía. Si ven el documental, escucharan varios mensajes dejados en un contestador por el cantante. Y no, un adulto no habla así.

¿Era necesario Leaving Neverland ahora que el cantante no se puede defender? Sí y no. Como testimonio de uno de los capítulos más oscuros de la historia del pop, es interesantísimo. ¿Va a traer consecuencias? Probablemente sí, tanto culturales como legales. Lo que no cabe duda es que es el documental del momento y todo el mundo habla de ello. Al final, tanto tiempo después de haber fallecido, MJ sigue estando ahí. Aunque sea de la forma más terrible que se pueda estar.

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