No, la foto no pertenece a una película de Pajares y Esteso de la transición donde de repente salía una teta y las colas en los cines eran legendarias. No. La foto es de ayer y se puede ver a un muchacho que se llama Antonio Tejado echando mano de la imaginación para verle las bragas (o la falta de ellas) a una ex Miss España que se llama María Jesús Ruiz.
No hemos avanzado. Visto lo visto, la verdad es que no. En pleno 2019 resulta que este es el nivel. Usar un espejo para ver unas bragas. Las redes sociales se han vuelto locas con el momento, se dan golpes de tecla en el pecho y piden la expulsión inmediata de Antonio. Se recogen firmas. Ese es el plan.
Pero es todo un problema de educación. Esto no está bien. Simplemente no está bien. No se trata de echar a nadie a la calle y montar un pollo gigante, una expulsión retransmitida en directo y el posterior martirio televisivo. Lo que de verdad molaría sería que los responsables del programa metieran un psicólogo en la casa y que diera una charla (en directo) para explicarles que, sí una mujer quiere enseñar las bragas, lo primero de todo, tiene que ser ella la que las enseñe cuando y a quién quiera . Antonio Tejado no es especialmente malo, en todo caso un cazurro de primera categoría. Pero tampoco es peor que los chistes de Arévalo que se llevan escuchando años. Y ahí tienen a Arévalo, bañado por el cariño del público y de Bertín Osborne.
Nos sobra un poquito de escándalo y nos falta un poquito de educación. Que con la educación se llega a todos lados y el escándalo sólo es ruido.
Gracias por leer.
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