RUTH LORENZO es una artista maravillosa. Diciendo esto no les descubro ningún secreto. Además es una "artista artista". De las de verdad, vamos. Ustedes saben que excepto "Dancing in the rain" me gusta (y mucho) su música. De hecho la pasada semana le mandé besos a cascoporro vía Twitter por la genialidad que hizo con "la canción del hater". De lo mejor que he visto en mucho tiempo. Ole sus cojones. Y por eso yo estaba contento porque estrena videoclip. Estaba contento. Ya no.
El videoclip de GGDL es todo excepto lo que tenía que ser. Mezcla de partes iluminadas con videos de guerrilla en la calle donde la cantante, literalmente, se convierte en una "abraza farolas". Ella intensa en un hotel, en la calle, en el metro...ella intensa sin parar, lo que hace que la narrativa del vídeo no pueda ser más plana. Un descontrol enorme y una energía pésimamente canalizada en imágenes hacen del clip una experiencia agotadora. Ella no va por la calle, ella va a deriva sobreactuada, ella no baila, ella convulsiona, ella no es intensa, ella se frota con las paredes. Imagínense que a Lana Del Rey le han echado droga en el colacao y se harán a la idea. La misma melena lánguida, la misma vaporosidad del vestido y con unas contorsiones que dejarían loca a una profesora de "Fama Revolution". Un claro ejemplo de que "más es menos". Porque mira que ella es guapa y canta bien y ella puede. Pero no. Así no. Dan ganas de ponerse algo de Merche para ver si a uno le bajan las pulsaciones...
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