La cosa es como sigue. Igual que miles de periodistas, CARLOS HERRERA se trasladó a París para informar de lo que ocurría en la ciudad tras los espantosos atentados del pasado fin de semana. Y se hizo el selfie que ven ustedes debajo de estas líneas. Las redes sociales le han llamado absolutamente de todo, acusándole de oportunista capaz de hacerse una foto en un charco de sangre para llamar la atención. Yo fíjense, creo que la foto es extremdamente inoportuna, pero tampoco la veo motivo de escarnio. Personalmente, jamás me haría esa foto, pero de ahi a un linchamiento en redes va un abismo. ¿Ustedes que opinan? Les dejo la foto y me cuentan.
2 comentarios:
Yo pienso como tú, foto inoportuna,pero no para montar escándalo. Porque si no,que me digan porque tanto revuelo en tv e imágenes de la masacre que por respeto yo no hubiera tampoco mostrado al mundo entero. Es un reportero como otro cualquiera mostrando la desolación Que muestra el lugar más triste en este momento.
La entrada de esta tarde del blog comienza con este tema. Lo cierto es que, con el uso de las redes, hemos desarrollado una capacidad para sacarle punta a todo... Lo cierto es que, en medio del horror, los memes con su selfie me han sacado una sonrisa pero no estoy en absoluto de acuerdo con la lectura que la gente está haciendo del tema. Me parece que, como periodista, tan sólo ha pretendido mostrar vía Twitter que se ha desplazado allí con su equipo. El texto, además, pretende mandar un mensaje de esperanza (una especie de "no nos moverán")
Ahora, sacada la cuchara, podemos empezar a opinar sobre las declaraciones de Bono y la presencia de U2 en el homenaje a las víctimas, las lágrimas de Madonna en su show de Estocolmo... o podemos centrarnos en lo único constructivo que podemos hacer: Intentar no dejarnos arrastrar por mensajes que fomenten el odio y (quien sea creyente) rezar por las víctimas y sus familiares.
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