
Varios lectores se han puesto en contacto conmigo para que me haga eco de una iniciativa que se está llevando a cabo en la red para proteger los derechos matrimoniales de TODAS las parejas. A continuación les pongo el texto que me han enviado y para más información pueden ustedes acudir a la página web www.sellamamatrimonio.es
"Por primera vez en Democracia, un sector de ciudadanos podrían perder derechos civiles tras unas elecciones por la imposición de la moral de unos pocos. Aunque la reforma de la ley de matrimonio para que se eliminasen las discriminaciones ha cumplido seis años, uno de los partidos políticos con posibilidades para ganar las elecciones del 20 de noviembre han mostrado en varias ocasiones su intención de dar marcha atrás en este derecho.
Creemos que en democracia cualquiera debería poder irse a dormir la noche de las elecciones sin temer por sus derechos gane quien gane. Y que nadie puede atribuirse el monopolio de considerar matrimonio sólo su unión. Porque no se trata sólo de cómo se llame. Se trata de que si no se llama igual, no es el mismo derecho. El Gobierno no puede prohibir a nadie que se case con la persona que ama.
El Matrimonio debe seguir llamándose así, porque es exactamente el mismo derecho: un compromiso vital entre dos personas que se aman. No hay dos matrimonios iguales porque no hay dos parejas iguales, pero el amor que las une es exactamente el mismo.
El nombre importa. El derecho al matrimonio fue la última barrera legal que discriminaba a las personas homosexuales. Denominar de manera diferente a lo que es igual es no querer reconocer que el amor es exactamente el mismo, y abre la puerta a más discriminaciones.
Cuando algo es lo mismo, debe denominarse igual: Matrimonio.
Somos un grupo de ciudadanos españoles de todo tipo de tendencias políticas y orientaciones sexuales, preocupados por la posible eliminación de la igualdad en el matrimonio. Creemos que los derechos civiles son fundamentales y que todos tenemos derecho a vivir en una sociedad en la que no se aparte a nadie. Y estamos orgullosos de vivir en un país en el que, hasta ahora, esto es así.
Los cambios de gobierno jamás deberían ser motivo de temor por parte de la ciudadanía a una pérdida de derecho. No es política, no son cálculos electorales. Son derechos. Es igualdad. Y necesitamos políticos que se comprometan a respetarlos. No nos basta con medias verdades ni promesas vagas.
La Iglesia no reconoce ningún tipo de matrimonio civil, ni entre personas del mismo sexo ni entre personas de diferente sexo. Nadie pide a la Iglesia que case a quien no quiera, pero en una sociedad democrática, no pueden pretender imponer sus creencias para recortar los derechos de los demás.
El Diccionario no es fuente de derecho, somos las personas las que modelamos su significado a lo largo de los años. ¿Te imaginas que cobrásemos nuestros salarios en sal? ¿que la democracia fuera un sistema en el que sólo tuvieran derecho a voto el 10 % de los residentes? ¿o que las mujeres no pudieran tener patrimonio? Sin duda, dentro de unos años el diccionario hablará del matrimonio como un compromiso vital entre dos personas enamoradas.
Algún día, que hubiese una época en la que algunas personas no tenían permitido casarse con quien amaban parecerá una locura, como hoy nos lo parece la discriminación racial o el sufragio exclusivamente masculino. Pero los derechos hay que defenderlos hoy, y no pueden depender de la opinión de algunos o de cálculos electorales."
Gracias por leer. Pueden ustedes firmar la petición en la página web www.sellamamatrimonio.es
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