miércoles, 8 de junio de 2011
AYUDÁNDONOS: RESPUESTA A UN LECTOR
Dentro de esta nueva sección que no sé cómo narices llamarla, ya han empezado a llegar sus mails pidiendo mi opinión (nunca consejo) sobre ciertos asuntos. Así que les pongo el mail que me ha enviado Javier desde Gandía y luego le contesto:
“¡Hola Abel!
Resulta que en cosa de un año, del verano pasado a este, estoy sufriendo una transformación en mi cuerpo. Soy jovencito, y he pasado de estar casi anoréxico, a ponerme un poquito rellenito, no gordo, de piernas y culo sobre todo , mis amigos me han dicho que para bien, pero veo que puedo ir a peor si no cambio mis hábitos...
Ahora como bien, es decir, no como mucho dulce ni como excesivamente, y voy al gimnasio, pero solo hago máquinas de cardio y musculación, entonces mi idea es empezar a hacer pesas y empezar una dieta estricta, tipo la de 5 o 6 comidas al día sin fritos ni grasos, en cuanto pase el verano que ya no viviré con mis padres y no me tendrán controlado lo que como, básicamente porque me lo haré yo...
Sé que tú entiendes mucho de estas cosas, solo hay que ver lo que cuentas o las fotos tuyas que cuelgas en tus posts, y me podrías aconsejar. Pensé que nunca diría esto, pero creo que me quiero poner como todos los tíos que veo en las discotecas de Valencia. En fin, espero que hayas entendido que necesito un pequeño empujoncito, un beso:
Javi, de Gandía”
Querido Javi:
Lo primero que tienes que saber y repetírtelo dos mil veces al día es una cosa: las comparaciones, además de odiosas, son imposibles. El problema fundamental que yo veo es que te comparas con “los tíos que ves en las discotecas”. Y me explico. Es como si yo me comparara con un brasileño de 23 años. Lo siento mucho, pero no tengo ni la edad ni la genética privilegiada que ellos suelen tener.
Si no queda más remedio que compararse, uno tiene que hacerlo con gente con la que haya un montón de parámetros en común y siempre sabiendo que no estamos obligados a tener un cuerpo perfecto. Para empezar, porque eso es un invento del marketing y los cuerpos perfectos no existen. Y si existen, seguro que cada uno tenemos una idea diferente de lo que son.
Jamás en mi vida he hecho una dieta estricta. No me da la gana alterar mi vida por el sólo hecho de tener abdominales, me parece una idea idiota, que quieres que te diga. Pienso que es una cuestión de marcarse objetivos pequeñitos y que estén al alcance de la mano.
En mi caso, ya hace varios meses que decidí dejar de tomar café e intentar alterar mi rutina de la cena. Yo solía cenar muchísimo y había leído en varios sitios que la cena es lo que más engorda. Entonces me propuse acostumbrarme a cenar menos y siempre con verdura y la carne o el pescado a la plancha. Yo creo que cada uno conocemos perfectamente qué comidas nos sientan mejor o peor. Y si hay dudas, pues se va a un nutricionista o a un endocrino, que ellos son profesionales y yo no.
¿Y el gimnasio? Pues creo que lo fundamental es la constancia sobre todas las cosas. Ya sé que igual te corto un poco el rollo, pero por lo que he vivido en mi cuerpo y por lo que veo a mi alrededor, la gente que más sana está y que tienen unos cuerpos más o menos armónicos, son aquellos que entrenan bien durante todo el año. Deberías hablar con un experto (un buen monitor personal) y pedirle que te diseñe una tabla con lo que tú deseas y sobre todo, que esté al alcance de tu mano. Vas a tardar mucho más (no te voy a engañar) pero los resultados se van a quedar contigo para siempre. Desconfía absolutamente de quien te diga que tomes suplementos o que hagas un ciclo. Eso es para los vagos que quieren un cambio rápido y tienen un montón de efectos secundarios realmente peligrosos. Si tienes dudas, pregúntale a tu médico de cabecera que seguro que te lo explica muy bien.
Y a partir de ahí, pues ser muy fuerte de cabeza y mantenerte firme en tu deseo. Yo creo que nadie nos va a querer más por tener un contorno de pecho espectacular. Un día a todos se nos va a caer el pecho y los brazos ya no van a estar tan grandes. El paso del tiempo es inevitable y se trata de estar siempre lo mejor posible… por dentro y por fuera.
Recuerda que siempre tenemos la posibilidad de mejorar nuestra vida y cuanto más sensato sea nuestro objetivo, antes lo alcanzaremos. Mantente fuerte y sabiendo que estás haciendo las cosas bien. Cuando uno se siente bien y a gusto con lo que hace en la vida, se desprende una energía positiva que hace que la gente se sienta atraída. Y una energía positiva es mil veces más atractiva que los mejores abdominales del mundo.
Suerte.
Abel
Sigo esperando vuestras preguntas en abelarana@hotmail.com y con tiempo prometo contestar a todos los que pueda.
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2 comentarios:
Javi: Jamás subestimes el atractivo de un chico rellenito, tendrás una legión a tus pies. He dicho.
Todo el mundo, sea como sea, tiene su publico
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