jueves, 3 de febrero de 2011
EL AFFAIRE VIGALONDO
No soy fan de Nacho Vigalondo. Ni de coña. Es más, la única vez que me he escrito con él por Twitter, me soltó una bordería de tres pares de narices. No comulgo con su sentido del humor y por eso dejé de leer su blog en EL PAIS hace tiempo. Y, sin embargo, este artículo es para defenderle…
La tormenta mediática desatada en torno a las bromas de Vigalondo sobre el Holocausto Judío han tenido tanto alcance que incluso ya no tiene blog en el periódico. Él dice que se va y en la calle se dice que le han echado. “EL PAIS veta a Nacho Vigalondo” dice la página web de RTVE. Y señores, esto me parece una verdadera barbaridad. Les vuelvo a repetir que no comparto ni de lejos su sentido del humor, es más, me parece de un mal gusto acojonante. Su santido del humor, en mi humilde opinión ha traspasado ciertos límites. ¿Qué será lo próximo? ¿Chistes sobre las víctimas de ETA? Pero estamos hablando de SENTIDO DEL HUMOR.
Al quitarle el blog, a Nacho Vigalondo se le ha puesto una mordaza y eso (siento repetirme) es una barbaridad. Más barbaridades han dicho los de Intereconomía, por poner un ejemplo, y nadie les ha quitado el canal. Hace años oí una frase que decía “más vale permanecer callado y parecer tonto que abrir la boca y despejar las dudas”. Y Nacho Vigalondo ha despejado las dudas EXCLUSIVAMENTE en torno a su sentido del humor. Jamás apoyaré el castigo y los insultos que este señor ha tenido que leer en las pasadas 48 horas.
Hay una histeria colectiva en torno a las redes sociales y Vigalondo, junto a David Bisbal, han sido las víctimas du jour esta semana. Parece que cualquiera que tenga un twitter se pueda poner hecho una hiena a juzgar, condenar y ejecutar sentencias sobre personas populares. Estoy de acuerdo en que alguien como Vigalondo, con más de cincuenta mil seguidores, debía haberse dado cuenta de que sus palabras iban a tener una repercusión mediática. Al menos cincuenta mil personas iban a leer su perverso sentido del humor. Y desde ayer he intentado ponerme en las dos partes ¿Cómo me sentaría esto si yo fuera Nacho Vigalondo? y ¿Cómo viviría esto si un familiar mío hubiera sido víctima de Hitler? Y no me gustan ninguna de las dos conclusiones. Pero de la misma manera que no entiendo el humor de Vigalondo, tampoco entiendo la contundencia de la respuesta. Y mucho menos entiendo la actitud de EL PAIS, un medio que tira a la izquierda desde siempre. ¿Qué coño está pasando que cada vez prohibimos más cosas? Entendería estas actitudes en un gobierno presidido por Mariano Rajoy, pero… ¿en el país de Zapatero? No lo comprendo. Chistes malos ha habido toda la vida. Arévalo, el humorista, se ha ganado la vida muchos años denigrando a “mariquitas” por todos los escenarios de España. ¿Qué hacemos entonces? ¿Le prohibimos ejercer su sentido del humor? Prohibir nunca ha sido la respuesta a nada. Y hoy, sorprendentemente, me encuentro más cerca de Vigalondo que de las actitudes policiales de mucha gente. Quién me lo iba a decir….
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4 comentarios:
Bravo!
Totalmente de acuerdo!
Aunque a mí no me afecta en absoluto, ya que jamás he leído nada sobre este señor... Yo soy más de Maruja Torres.
Lo siento, pero el comentario de Vigalondo es inadmisible. ¿A qué viene hacer una presunta broma sobre el holocausto? Por cierto, "sólo" recordar que en los campos de concentración los marcados con un triángulo rosa eran los que recibian peor trato.
Pues sí, hay que reírse del Holocausto, de las víctimas de ETA, de los mariquitas y de la madre que me parió. Afortunadamente tenemos el sentido del humor, para desdramatizar cosas muy chungas y poder tomarlas completamente en serio sin que se nos hagan insoportables.
Hay muchos tristes ejemplos de intolerancia al humor, a la sátira o a la crítica, riámonos de ellos, de la censura y del censor.
Lo del señor vigalondo es humor morrón en todo caso.
No me parece bien que censuren a este señor.
¿Que pasa, que este señor ofende mas que por ejemplo el personaje de Mauricio de la serie Aida que se nos es presentado como un Maltratador ,por que como trata a los emigrantes tiene tela, homofobo, facha, machista..Pero como en el "fondo" tiene muy buen corazon pues aqui no ha pasado nada?.
¿No es mas peligroso presentar de manera "simpatica" a los fachas semana tras semanas que un señor que solo ha dicho unas cuantas gilipolleces?
No hay que censurar el humor macabro solo los actos.
Prefiero gente que se rie de los holocausto a gente que se indigna con esos chistes pero luego no se cortan ni un pelo en crearlos a su alrededor de uno u otra forma.
¡¡¡Cuanta gente CUCA hay por el mundo...¡¡¡
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