jueves, 26 de agosto de 2010

REVISTA HOLA: LOS HIJOS DE NATY

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Hoy en la portada del HOLA, las chicas de la redacción han puesto el titular que ven ustedes arriba pero perfectamente podrían haber puesto “Naty hace negocios” y más o menos sería lo mismo. Y vamos a aprovechar que la revista de esta semana es un truño espantoso (“El príncipe con barba”…uuuuuuu…qué fuerte) para hablar de LOS HIJOS DE NATY, que son un epígrafe de la Seguridad Social en sí mismos. Pasen y lean.

Naty es una mujer, sobre todo, listísima. Ella es lista hasta cuando está pedo. Fíjense ustedes que la visión de una mujer beoda no es muy agradable, precisamente. Pero incluso más pedo que Alfredo, Naty es graciosa y el mundo celebra su “mareo” con un vídeo (os quiero a todooooos) que ya es mítico. Y Naty, a pesar de haber sido modelo, piensa. Y ha decidido vivir una vida de amor y lujo por encima de “lo que sea, como sea y cuando sea”. Y ha incluido a sus niños en el plan. Porque resulta que en la portada de la revista HOLA aparece uno de sus retoños que se ha enamorado de la nieta de un magnate multimillonario yanqui. Y aquí viene la pregunta que me hago siempre:

“¿Nadie en el HOLA se enamora de un fontanero o un guarda jurado?”

Pues parece ser que no. Y yo a los hijos de Naty les veo muy como a las modelos que se enamoran de toreros, futbolistas o tenistas (los tenistas son muy tendencia ahora mismo en el mundo del descerebre) y que terminan siendo más famosas y teniendo más pasta que el tipo que les colocó en la portada de esta revista dedicada a mujer que no pueden hacer la sinapsis cerebral si no se ponen las perlas.
Naty es una mujer que lleva instalada en el cerebro la palabra “kaching” (onomatopeya de las máquinas de cobrar) y eso hace que yo le admire una barbaridad, porque en la tele han dicho que los hijos de Naty en realidad no tienen mucha pasta y ella se está asegurando que le paguen los Valentinos los próximos 20 años. Porque a una madre no se le puede negar nada. Y menos si tu madre es Naty tan graciosa, tan juerguista, tan de querernos a todos y tan chisposa.

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