miércoles, 15 de julio de 2009

INCREIBLE PERO CIERTO...


Lo que les vengo a contar es un poco fuerte. Es un poco como una historia de amor pero con final chungo. Resulta que debajo de mi casa hay una tienda china de esas en las que venden de todo. Absolutamente de todo lo que ustedes se puedan imaginar excepto heroína y discos de Merche. Y resulta que desde hace más o menos un par de meses, cada vez que entro a la tienda, la jefa china (que es una mujer en torno a la treintena) me ira con ojos golositos. La tía es una borde como ustedes no se imaginan, pero conmigo es maravillosa y encima tiene una calculadora que habla cada vez que ella le da a la tecla. Y un complemento imprescindible de la tienda es una muchacha china también que hace las veces de secretaria de la jefa. La chiquilla es pelirroja (china y pelirroja…lo más) y no habla una sola palabra de castellano. Por lo cual, cada vez que entro en la tienda le suelto esta frase mientras la jefa está despistada:

“Hija del amor hermoso, dile a tu jefa que te suba el sueldo inmediatamente, que ese color de pelo que me llevas no es de recibo y que una china pelirroja es tan natural como un cerdo vestido de flamenca”

Y ella me sonríe y parpadea como las locas. Pero la cosa cambió hace dos semanas cuando bajé a comprarme unos redbules y la jefa estaba sola y les resumo la conversación:

Ella: Tu homble guaaaaaapo
Yo: Gracias, señora
Ella: Tu hombre glaaaaande
Yo: ¿Cómoooooo?
Ella: Músculo, homble músculooooo
Yo: Señora, qué susto me había dado.
Ella: ¿Tu soltelo?
Yo: ¿Perdón?
Ella: ¿Tu mujel hijos?
Yo: Pues no
Ella: ¿Tu no mujel tu solteloooooo?
Yo: Pssss…

Y agarré los redbules y me piré porque veía que la jefa china se estaba poniendo un poco burraca. Como lo oyen. Interrogado emocionalmente por la china de mi barrio que me ponía ojos de vaca enamorada. Y dos días después bajo a comprar un mechero y la tía perra me da uno de una chica con las tetas al aire y me mira fijamente y me pregunta a ver si me gusta. Ella perraca, yo atragantándome.
Y resulta que ayer se me había acabado el azúcar (la sacarina es de flojos) y me bajé a su tienda y allí me encuentro con un ex compañero de gimnasio. Y los dos en camiseta de tirantes y el ex compañero emocionado me dice que hay que ver no se qué del bíceps y me pasa la mano por la epiglotis. Y la china, de repente, da una hostia en el mostrador con el paquete de azúcar. Lo pago, me lo llevo y punto.
Y esta tarde he bajado a comprar leche (no desnatada) y la china no me ha dicho ni mú y cuando me estaba dando las vueltas me ha echado un eructo en toda la jeta que casi me caigo de espaldas. Como se lo cuento. Yo, todavía estoy a cuadros.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Estas chinas..... seguro que se le está caducando el visado!

Unknown dijo...

pobre china, quería rollito de primavera y se encontró con un pato a la naranja xD

ahora pensará que eres un cerdo agridulce

todo muy gastronómico jajajajaja

de todas formas eso es porque estás de buen ver, así que tómatelo como un halago asiático.

Anónimo dijo...

Pobre china! Se le ha caido un mito!!! jejeje
Con quien va a saciar sus noches solitarias ahora??? jajajaja

Anónimo dijo...

juicio clinico: despechada (la china, no tu)

Anónimo dijo...

Jodó con la china homófoba. Como pa no estar estuporado!!.

Patricia.

José Jaén dijo...

Yo de tí otro dia le soltaba un morreo a la secretaria pelirroja delante de la jefa, luego le cojes un paquete de chicles, le guiñas el ojo y te vas. La dejarás muerta en el sitio y por fin la pelirroja podrá heredar su puesto.
A mí un día me pasó algo muy chungo. Entre en el chino de debajo de mi casa y compré unos ramos de flores secas (es que yo también voy provocando...) pagué y subí a mi casa. Al poco llama a mi puerta el chino de la tienda (bastante feucho por cierto) y me dice que me faltaban 50 céntimos. Yo, sin saber cómo ha dado con mi casa, le pago y el tío me dice: "tu mariquita, no?" y yo le digo "qué dices tío, para nada" y él insiste "que síiii, tú mariquita, sí? sí?" con cara pillina y ojos golosos y me entró un ataque de pánico de pensar que el chino se iba a meter en la casa y me iba a hacer padre allí mismo en el recibidor. Le digo "que no tío, que te larges ya, joder!" y le cierro de un portazo. Desde entonces no he vuelto a entrar al chino ese y a veces al llegar a casa tengo sensación de que el chino está por allí escondido con la tranca a punto... joer que mal rollo!!

JoSe_KiNKY dijo...

Jiji, nos ha salido homofoba la chinorris...

Pues casi es mejor que no te pases mas por su bazar, te digo yo desde ya, que leche y azucar de muy mala calidad ibas a encontrar tu en unos chinos...Y ademas el poco abolengo que tiene comprar en esos antros... tienes que comprar en los supermercados de elcorteingles como buena lectora del Hola que eres.

Mostatxitos dijo...

Que como dice mi ama, Abeltxo, lo barato sale caro...no sea que acabes como embutido envasado al vacio en el frigo de la china despechada que vende de todo...
Has visto El Imperio de los Sentidos? No se si era japonesa, perdon por la ignorancia, pero bueno, tu me pillas el mensaje...Crimenes pasionales heavies, que estos no se andan con chiquitas...
Mancantao el post...Musutxos