TODO POR UN GOFRE...

Como está el patio, queridos. Hondanadas de hostias en medio mundo. Sobre todo en USA, el único país con un presidente negro donde sigue funcionando el ku kux klan como si no hubiera pasado nada. Y hoy les vengo a hablar de una disputa (con perdón) en una cafetería para que vean como está el percal. Y todo por un gofre.
Resulta que un grupo de chicas se va a comer a una cafetería especializada en gofres (guau) y la camarera les toma la nota y luego les trae la comida a todas menos a una. La que se queda sin comer se agarra un mosqueo del quince porque todas sus amigas papean y ella no. Y la camarera, que no tenía el chichi pa farolillos, la ignora todo el rato. Llega el momento de llevar el plato y resulta que no era lo que había pedido la agraviada que se pone como las locas. Entonces le dice que se lo ponga para llevar porque no quiere comer allí viéndole la cara. Y la camarera le dice que lo siente en lo más profundo de su vagina, pero que no ponen comida para llevar.
Y aquí se desencadena el drama. Porque la agraviada agarra un gofre y se lo tira a la camarera en todo el careto, agrediéndola pasteleramente. Y en ese momento, la camarera del infierno, hizo lo que cualquier camarera de gofre bar, de color y con unos 120 kilos de peso hubiera hecho. Fue a la cocina, agarró su bolso, sacó una pistola, fue a la mesa de la clienta agresora y le dio un tiro. Pero como el tiró no la mató, por lo visto la camarera que hay que ver el carácter que tiene, le arreó un culatazo en la cabeza. Por cierto, las amigas de la disparada, súper asustadas. De verdad. Como se lo estoy contando. Yo, de momento, he comenzado a dejar propina, que la camarera es un poco lesbiana y no quiero ver un cruasán estampado en mi cara mientras me rocían con el chorro de agua hirviendo de la cafetera.