REVISTA HOLA: UN HOMBRE ABANDONADO

Aunque en portada, las chicas del HOLA, que son “mujeres bien de derechas” han colocado a la Reina Rancia de Jordania, la única entrevista que importa es la de Julián Muñoz, que ha decidido hacer caja para hacerse una entrevista y unas fotillos porque ahora lo de encontrar curro está difícil y el hombre necesita unos euros para pillarse el tabaco y los Rolex. Julián es un hombre muy de esos de antes, muy de hablar a pecho descubierto (con las del HOLA, no con el juez) y muy de los 80, porque ha sido divorciarse de Isabel y volver a engominarse hasta las cejas. Julián es un macho hispánico que suelta unas perlas capaces de que Cervantes se levante de su tumba para pegarse dos tiros en la boca. Pasen y vean el glamour marbellí.

En el fondo esto es un drama sin parangón, porque digo yo que Julián al ser tan macho, tan paquetón y tan cintura alta, debe llevar fatal el que una amiga de Encarna Sánchez le haya mandado a freír espárragos por medio de una portada de HOLA. Y Julián, que es un alma sensible y rencorosa, ha decidido contestarle de la misma manera. Es decir, en nuestra revista de ciencia ficción favorita y cobrando, que a estas alturas ya le han embargado hasta los empastes. Y no se imaginan el drama existencialista que vive este hombre en plenitud de facultades. A continuación, y como ya viene siendo habitual, les pongo unas declaraciones LITERALES de Julián y las comentamos, que hoy estoy a troche y moche.

Julián ha dicho:

-“¿Qué se le acabó el amor? Algo tan importante se dice de otra manera” (Tiene razón Julián. Isabel podía haber dicho algo así como “Mira chato que te vayas a tomar por culo y te llevas estas bolsas negras de basura que no tengo el chichi pa farolillos”)

-“Me creía casi Dios” (Menos mal que ha dicho “casi” que si no lo mismo le pilla Marta Sánchez y le arranca la cabeza de un golpe de karate)

-“No recuerdo la primera vez que la besé” (Y las del HOLA muertas de ganas de preguntar “¿Y rascaba?”)

-“Isabel se encargó de decorar mi casa” (Y teniendo en cuenta el exquisito gusto de Isabel, Julián debe dormir rodeado de tapetes de ganchillos, jarrones de la tómbola del maño y 497 cabezas de toro disecadas)

-“Me ha costado mucho olvidar el olor de Isabel” (Por favor, pongan ustedes aquí en chiste y no se olviden de incluir estas tres palabras. Queso, de, cabrales)

-“Hay muchas personas malvas cercanas a ella” (Y aquí me pierdo, porque Isabel ya no es amiga de Mary of the Mountain y Encarna la ha diñado…Julián, por dios, danos nombres o iniciales)

-“Isabel Pantoja tiene 54 años” (¿Isabel tiene la edad de Marta Sánchez y es más joven que la Obregón? ¿Queeeeeeeee? Isabel, si estás leyendo esto, posado en tetas YA)

-“Nos podemos hacer mucho daño si hablamos” (Y en este momento, en la Fiscalía del Estado se oye un suspiro del tamaño del miembro de Nacho Vidal. Es decir, enorme)

Resumiendo: que Julián es una víctima de la maldad, el desamor y la indiferencia de nuestra única folclórica viva cáncer-free. Julián ha sido apartado del lecho conyugal a golpe de peineta y eso duele una barbaridad. Porque Julián está tan triste, es tan hombre herido que no puede ni hablar del dinero de Marbella de triste que está. Julián tampoco dice si va a dar el dinero de la entrevista a una ONG o si Agustín Pantoja le miraba con ojos golositos. Y mientras tanto yo me imagino a Isabel apagando el teléfono y haciendo como si ella no hubiera pisado Marbella en su vida y le gustaran los hombres que llevan pantalones pitillo con medio culo fuera.

De verdad, que yo esto lo hago por ustedes, pero es que hay días que la arcada es tan fuerte que como siga así voy a acabar como Lindsay Lohan, es decir, loca, flaca y felpudista.