En estos momentos en que ser homosexual es como ser rubia platino (es decir, una condición como cualquier otra…) viene el tontolculo de John Galliano para complicar las cosas. Con lo que le ha costado al pobre Zapatero conseguir una ley de esas de parejas para que todos seamos iguales y no haya diferencias y Ana Botella se quede sin el discurso de las fruterías…y viene John Galliano, ese modisto que es un cruce entre Pamela Anderson y Carmen de Mairena, para convertirnos a todos en sarasas profesionales, y lo peor de todo con la excusa del fashion. Resulta que el John de los cojones ha decidido que los hombres este invierno tenemos que ponernos…LIGUEROS. Como lo oyen. Ligueros de esos de pelandrusca para llevarlos acoplados al gallumbo. Después de ver cosas como estas no me extraña que a Alfredo Landa le estén dando teleles mediáticos. Porque esto no puede ser. Porque esto puede hacer que cunda el pánico y que, por ejemplo, en la próxima legislatura tengamos que soportar a Gallardón y a Pascual Llamazares vestidos con picardías y ligueros ad hoc con tal de conseguir el voto rosa. Y eso es más de lo que cualquier persona decente puede soportar.
Y lo peor de todo es que John quiere que nuestros ligueros sean rojos, y todo el mundo sabe que panties rojos solo los llevan las putas de bares de carretera. John, cabrón, haberte enrollado con unas medias color carne o unas negras, que siempre te estilizan más la pierna, que unos ligueros rojos nos van a convertir a todos en María Jiménez cuando estaba hecha una bestia parda. Y eso no puede ser…
No hay comentarios:
Publicar un comentario