jueves, 29 de enero de 2009

REVISTA HOLA: JUNIOR SUPERSTAR

Estoy a punto de trincarme medio litro de suavizante al más puro Raquel Mosquera style. Porque esto ya no tiene ni pies ni cabeza. Las del HOLA se han vuelto locas o generosas (que es peor) y han decidido dejar respirar a las pobres redactoras del OK una semana más. Yo creo que el Gobierno ha llamado a las del HOLA, que como todo el mundo sabe es la revista de la mujer “bien” de derechas y les ha dicho que aflojen la tensión porque las del OK se han presentado en la puerta del Senado amenazando con desnudarse si las del HOLA no las dejan respirar. Y las del OK son de izquierdas. Y ustedes y yo sabemos que las mujeres de izquierdas no se hacen las ingles brasileñas. Imagínense el espanto del Gobierno con la que está cayendo…

Esta semana la portada la ocupa Junior (en la foto con su gran amigo-jajaja- Juan Pardo), uno que estuvo casado con Rocío Durcal y que, sinceramente tiene mucha más pinta de peluquero de caniches de un barrio pijo que de cantante y rompebragas internacional. Y como siempre, los problemas vienen por la pasta, porque dos hijos del supuesto peluquero canino y perpetrador de tonadillas nostálgicas han decidido llevarle a los juzgados. Yo en un principio pensé que le iban a demandar por esos peinados y por exceso de maquillaje masculino, pero no ha sido así. Por lo visto, la cantante fallecida tenía un testamento que se hizo en el pleistoceno y no lo cambió. Y a la hora de repartir las cosas, pues los hijos no han quedado satisfechos y piensan que su padre les chulea más que un novio rumano a La Veneno. Mardito parné. Y el cantante dice que todo está fenomenal y que quiere mucho a sus hijos, lo que nos lleva a pensar que este hombre, o está más liado que Amy Winehouse y Andrés Pajares juntos, o se ha pasado de listo.
Divertirse con las desgracias ajenas es de muy mal gusto, pero no me jodan que esto no es una especie de “Falcon Crest” cañí. Y eso es una maravilla. Porque imagínense al cantante de voz “suave y delicada” encerrado en la trena por sus propios hijos. Esos presos travestis pidiéndole autógrafos póstumos de la Dúrcal. Esos jabones en el suelo, esos playbacks en el patio. Yo soy muy partidario de que a este hombre le encierren un poco y que Ana Rosa Quintana (la máquina de la verdad) retransmita en directo todas las mañanas desde el patio de la cárcel con algún enviado especial (por supuesto, homosexual) que todo lo cuento como con mucho escándalo y las cejas muy depiladas.
Están ustedes en su derecho de pensar que soy un sinvergüenza, porque lo soy. Pero en mi defensa tengo que decir que todo esto me pasa por venir de una familia normal de clase media donde no nos zurramos la badana por un sombrero de mariachi con el que una abuela mía debutó en un bar de camioneros de la carretera de Burgos. Y tengo que decirles que el HOLA aquí lleva un doble política. Si miramos las fotos, sacamos la conclusión de que los hijos del peluquero y la mariachi son más malos que Paqui la Piraña, pero si leemos el texto interior (gran error: nunca hay que leer el HOLA) nos damos cuenta de que el único actor cantante español que se zumbó a una miss filipina que no era la Preysler, es un poco supuestamente listo.
Ya ven ustedes como está el nivel.
En un ratito les vuelvo con el resto de la revista, eso, si no aparecen las del OK con la sana intención de partirme las piernas o enseñarme sus partes no depiladas.

1 comentario:

Tony Tornado dijo...

Me tenéis loco con lo de Juan Pardo...

El ídolo de mi padre a la mierda. O no, vaya usté a saber porque le gustaba a mi padre...


;)

Bikachus