QUANTUM OF SOLACE: LA DECEPCION

Ni se imaginan ustedes las ganas con las que fuí hace unos días al estreno de la nueva peli de James Bond. Desde chiquinín soy admirador de las pelis de Bond y desde que Bond es Daniel Craig, pues bastante más, porque después del horror de Timothy Dalton y la peluquera de Pierce Brosnan, Craig es el mejor Bond en mucho tiempo.
Y miren que todo pintaba bien porque el director es Marc Foster (Kite Runner, Monter's Ball) y el guión lo escribía Paul Haggis (el de Crash). Y nada más empezar la peli, ya sabemos que algo anda mal. En todas las pelis de 007 la primera secuencia es fundamental para comprobar el poderío del resto de la cinta. Y aquí se reduce a una persecución en coche realmente pobre. Cualquier capítulo de CSI tiene persecuciones más espectaculares. Una mierda como un piano. Y después de eso, la espantosa canción de Alicia Keys con unos títulos de crédito (otra marca de la casa Bond) realmente sosos y sobre elaborados.
Y tras los títulos de crédito llega la única secuencia buena de la peli que está rodada en Siena. Por supuesto no les voy a destripar la peli, pero les diré que, a partir de aquí todo es de un bostezo que asusta. Porque Bond se convierte en un amargado pasivo. Es decir, en ver de liarse a hostias con el mundo ayudado por sus gadgets, en esta peli Bond sufre mucho por dentro y pone todo el rato cara como de estar estreñido. Y eso no mola nada.
Las chicas Bond de esta serie son una actriz que salía en Hitman y que sólo sabe poner morritos de confundida y una inglesa que es realmente buena (Gemma Atterton)- pero que solo tiene un par de escenas y es lo más desaprovechado de toda la peli, que cuenta una trama que no le interesa a casi nadie.
No hay gadgets, no sale Q, y Judi Dench hace el ridículo con un papel de madre castradora más que de jefa de los espías británicos.
Pretenden deconstruir el personaje de James Bond y le han dado demasiada vida interna. Tanta, que la mitad de la peli es una lección de dolor interno e introspección que le puede venir fenomenal a una peli con Susan Sarandon haciendo de madre con cáncer. Pero no a James Bond. Y eso por no hablar del villano. Los villanos de Bond son míticos, incluso en sus horas más bajas. Y esto no sucede aquí. El villano pasa absolutamente desapercibido y parece una peluquera francesa mosqueada por que le han robado el novio.
Un verdadero desastre, oigan...