UN HOMBRE DE DERECHAS

Aunque no me gusta hablar de política, después de leer esta bonita historia, se van ustedes a dar cuenta de que merece la pena. Hoy vamos a hablar de Jorg Haider, un nazi maricón tremendamente mediático que se ha pegado una hostia en su coche conduciendo borracho y se ha matado. Bienvenidos al fascinante mundo de un líder de la ultraderecha europea.

En casa del herrero, cuchillo de palo. Ya ven ustedes que desgracia. Este pobre hombre que se pasó media vida fomentando el racismo, la xenofobia y alabando cosas tan ridículas como la política de empleo de Hitler, en el fondo era un maricón armarizado. Jorg Haider era un manipulador, un mentiroso, un sinvergüenza y la falsedad hecha político. Manipuló los miedos del pueblo austriaco durante mucho tiempo y estuvo obcecado desde siempre en arremetar contra Europa y en separar más que en unir. Y la vida es justa, amiguitos.
Por eso, Jorg, la semana pasada se mató en un accidente de coche. Se mató porque iba borracho conduciendo a 140 en un sitio cuyo límite era 70. Y además iba borracho. Sólo ya con esto, vean que maravilloso ejemplo de político. Pero es que Jorg venía de ponerse hasta la esvástica de vodka de un garito gay. Y es que Jorg estaba en un garito gay porque a pesar de estar casado con una mujer florero a la que utilizaba de tapadera para mentir y manipular a quienes le votaban, a Jorg (que NO descanse en paz) le gustaba más por detrás. Tanto le gustaba que hasta tenía un novio que se llamaba Stefan Petzner y que también era homosexual (jajaja). Incluso Stefan, que como todo el mundo sabe es un nombre de peluquera, iba a ser el sustituto de su chulo en el partido de ultraerecha ese.
Jorg, borracho perdido, se estrelló contra un muro de hormigón y yo lo siento terriblemente. Lo siento por el muro de hormigón que sufrió la última embestida de un borracho y un mentiroso que renegaba de sí mismo y paso décadas mintiendo a los (pobres idiotas) ultraderechistas que le votaban. Ni se imaginan las risas que me hace el pensar en la cara que se les habrá quedado a esos nazis al comprobar que llevaban tiempo y tiempo en salzando la figura de un sarasa. Jajajaja. Es para partirse la caja, no me jodan.
Hay gente que es homosexual, hay gente que es gay…pero Jorg Haider era una marica mala. Y el mundo (y Austria) está mucho mejor sin él. Pero como me es imposible alegrarme de su muerte, me jode que todo esto no haya salido a la luz en vida. Hubiese sido precioso encerrarle en una habitación con un grupo de sus votantes y que ellos hubiesen hecho “su” justicia. Porque ya saben ustedes lo bien que siempre se han comportado los nazis con los gays…