lunes, 4 de agosto de 2008

LEOPOLDO ALAS


El pasado viernes falleció Leopoldo Alas. Una persona a la que le debo mucho. Quizá más de lo que podría nunca devolver. Eduardo Mendicutti y Leopoldo han sido mis padrinos literarios y con ellos siempre estaré en deuda. Este texto es mi manera de decir gracias.

Hace unas 8 semanas tomamos un último café en la plaza de Santo Domingo bajo un calor de espanto. Y allí me contanba lo mucho que le había gustado mi artículo en Zero. Un artículo que él me encargo porque decía que yo era la mezcla ideal para comprender lo distintos que son Chueca y Lavapiés. Y nos acordamos de la impresión que le causé hace tiempo cuando le entrevisté por primera vez. Leopoldo pensaba que yo no era público para su libro. Menos mal que en ese último café pude decirle que su libro "Los de la acera de enfrente" fue la inspiración en gran medida para escribir "Historias de Chueca" y el me dijo, en ese tono socarrón que el padre (él) no sólo daba la aprobación al libro, sino que lo apoyaría porque le había encantado. Leopoldo fue el primero que llegó y el último que se fué el día de la presentación de mi libro... y fue el que más preguntó. Ya ven, a pesar de ser una persona que lo había visto casi todo, su curiosidad seguía intacta.
Y eso es lo que echare de menos, entre otras muchas cosas.
Desde aquí, gracias. He vuelto a empezar a leer tu libro y en el fondo es la hostia. Porque no estás, pero estarás siempre. En mi casa y en los millones de casas que tienen un libro tuyo. Por eso no te digo adiós, porque sigues aquí.
Un beso.

4 comentarios:

coxis dijo...

y además de su faceta literaria (y su faceta humana que tan bien retratas), quedará su faceta en la radio.

Anónimo dijo...

qUÉ GRAN TÍO JODER! Menudas semanitas llevamos entre carlos de Cires y Leopoldo, en fin donde quiera que esten les mando un beso enorme a los dos.

Anónimo dijo...

Simplemente,descanse en paz.

DiegoC

Fanfatal dijo...

Una gran pérdida para todos los que le querían y admirábamos.

Una pena que se haya ido tan joven y en plena flor de la vida.

Te echaremos de menos.