viernes, 25 de octubre de 2019

EL DERRUMBE


Anoche ví la gala de GH VIP. Por supuesto que veo GH VIP (cuando puedo). Que sí, que ya sé que muchísima gente a esas horas está viendo documentales interesantísimos sobre historia etrusca, globalización, geopolítica o están enganchados al último hype de Netflix. Pero no, yo anoche estuve viendo GH VIP.

ALBA CARRILLO es, en sí misma, un documemtal de todo lo anteriormente citado y anoche fue la protagonista de una gala que ella, al menos, no va a olvidar en su vida. Anoche asistimos a las consecuencias de una caída en picado en un supuesto escalafón social. Atentos que les cuento.

Alba era una chica bien. Una chica que salía con pilotos y tenistas. Una chica por la que se peleaban los mejores photocalls de España. Y por supuesto, una chica digna de la portada de HOLA, la única revista donde se quiere salir de verdad para confirmar que una es una famosa "first class" (Lecturas -una revista mil veces más entretenida- es para Chabelita y Rosa Benito). Pues bien, todo eso se ha acabado. Alba Carrillo, que más sincera no puede ser la mujer, ha contado que ha entrado en GH VIP (sorpresa) porque necesita el dinero. Lo malo del asunto es que la mujer no ha sabido entender dónde se ha metido. Que la pérdida de intimidad es absoluta y que entre la varias desgracias que le pueden suceder está la de ver al Maestro Joao en calzoncillos y sin maquillar. Por cierto ¿no les parece que el Maestro Joao está mutando en una especie de Lina Morgan trans?

Pues bien, Alba Carrillo está hundida. Va a ganar una pasta gansa en el concurso pero es muy consciente de que su estatus social de "famosa de primera clase" está perdido para siempre. Anoche, Jorge Javier (que estuvo enorme) le vino a decir que si se quiere ir a su casa, lo que tiene que hacer es pagar una penalización y lista. Un estupendo golpe de realidad, que eso es GH y no otra cosa. Que si ustedes piensan que esto es terrible y que pobre Alba, siempre pudieron escoger anoche un documental sobre exhumaciones y momias, que ayer era el día.

La única manera que tiene alguien como Sofía Suescun (la más pro del asunto) de aparecer en HOLA sería casándose con un futbolista del Real Madrid o Alberto de Mónaco (sí, pueden reírse). Esa podría ser ya la última oportunidad de Alba de volver al redil deluxe. Y ella lo lleva mal. Ella no acepta el hecho de que ahora es una "famosa Mediaset" (ojo, que esto está muy bien y no vean cómo se factura) y que las marcas buenas se han acabado. ¿La prueba? Ayer las cámaras de  GH VIP fueron con ella hasta el váter mientras le daba un ataque de ansiedad en directo. Hay gente que se ha quejado de esto. ¿Y qué se pensaban que es GH exactamente?

La intimidad de Alba ya no puede ser ni narrada ni retocada digitalmente por HOLA. España entera (audiencias millonarias) han visto a Alba destrozada admitiendo que le hace fata pasta y a moco tendido en un váter con ambientador de marca blanca. Se acabó. Y tengo que decirles que la muchacha me dio pena y que hubo momentos que me daba pudor asistir a un derrumbe televisivo que anoche ni su madre pudo salvar. Cuanto antes asuma Alba que sus nuevas mejores amigas se llaman Ylenia o Sofía, antes empezará a ser feliz.

Por cierto, Adara ganadora.

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