Lo de “Insultando que es gerundio” también se podría llamar “Ofendidas
sin parar”. He dicho “ofendidas” en femenino no vaya a ser que ahora también se
molesten conmigo por usar el plural masculino y me llamen “Bertín Osborne” o
algo peor. Hoy les escribo porque estoy espantado con lo que estoy leyendo del “momento
follar” de la gala de anoche de OT.
Por si no lo han visto, les explico. Ayer a una chiquilla
que estaba nominada (la misma que no quiso cantar la palabra “mariconez”) le
llevan al novio a que le dé ánimos. Y de repente entra en ese plato un
chiquillo desubicado a más no poder y dice que lo que quiere es “follaaaaaaar”
con su novia, que lo ha hecho de “master gold” y que lo que más echa de menos
es “su culo”. Esa cuadrilla de “indignadas” (de nuevo en femenino, por si las
moscas) han tardado dos milisegundos en llevarse la mano al pecho y esparcir su
indignación en las redes. Otro día les hablaré de lo que dice un gurú de la
neurociencia de la gente que hace esto que lo van a flipar. Pero vamos a los
insultos, que es lo que cuenta.
INSULTEMOS A MARÍA
Porque según muchas personas en las redes, menuda vergüenza
que tú vas de feminista y de moderna y resulta que tienes un novio que es un
chiste de Arévalo. Que se te ha caído el discurso. Que ya no eres creíble. Que
vaya bochorno para tu familia. Que has ensuciado un formato como OT que esto
Alfred y Amaia (perdonen que casi escupo de la risa al escribir esto) no hacían
estas cosas. Y sobre todo, que a ver dónde queda tu feminismo con un novio así.
INSULTEMOS AL NOVIO DE MARÍA
Machista, asqueroso, cosificador, friki, personaje, que vas “drogao”,
cutre, ordinario, eres como el “Neng de Castefa”… así hasta el éxtasis tuitero.
LA REALIDAD
Antes de escribir esto, he llamado por teléfono a una amiga
psicóloga que me ha aclarado (atención) un concepto importante: Es absolutamente
compatible ser feminista (recuerden, el feminismo persigue la igualdad de géneros),
activista LGTB, mujer moderna y tener un novio que quiera follar a todas horas
y que adore tu culo. Probablemente, a ella también le flipa “el pito de Pablo”
pero ella ha sabido comportarse mejor, sin duda. Pablo es el que va a una boda
en chandal, de eso no hay duda.
¿El problema? Pues como un tuitero decía con bastante buen
criterio, podría ser la falta de educación. Pablo no ha comprendido la
diferencia entre un banco del parque de su barrio y un plató de televisión.
Pablo es un desubicado. Pablo es un ignorante de la etiqueta televisiva en
prime time. Pablo estaba enloquecido de ver a su novia y no ha sabido
controlarse.
De ahí, a que se nos llene la boca con la palabra “machismo”
va un abismo.
No querer cantar la palabra “mariconez” y tener un novio que
te quiera dar lo tuyo y lo de tu prima es compatible. El machismo es otra cosa.
Decirle a tu novia que flipas con su culo NO es machismo. Más que nada lo digo
por los cientos de mujeres asesinadas por la violencia de género. Porque
compararlo a ello me parece una insensatez.
Que tu pareja te vea como a una diosa sexual no es machismo,
y menos a esas edades. Pablo ha sido juzgado y condenado por DOS MINUTOS DE TELEVISIÓN.
Le he pasado el clip a mi amiga psicóloga y me dice que, juzgando el lenguaje
corporal de ambos, ella tiene la sensación de que María es la que tiene la sartén
por el mango (nunca mejor dicho) en esa relación. También me dice que María no
tiene ni el perfil ni los síntomas de ser una chica que conviva con el
machismo.
Pablo es carne de zapping, es pelín maleducado y está
absolutamente desubicado. Alguien le debería haber dicho que uno no se comporta
igual cuando está en la sala de su casa que delante de dos millones de
espectadores.
Pero lapidar socialmente a un chaval, dice más de los que le
lapidan que del chaval.
Que conste en acta.
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