TENEMOS QUE HABLAR DE LO DE ALFRED Y AMAIA

Tenemos que hablar de lo de Alfred y Amaia. Más que nada porque hoy todo está que arde. Y es que sobre todo tenemos que hablar de España. Porque hay que ver cómo estamos. Hoy hay una tendencia derrotista pelín maquiavélica con respecto a nuestra candidatura. Hay eurofans (sí, otra vez) tirándose de los pelos porque resulta que España va a actuar en segunda posición y como nadie que haya actuado en esa posición ha ganado el Festival, pues nada, que estamos gafados. También hay gente que sigue sacudiendo a los dos chiquillos por lo de ese libro de ficción que se llama “España de Mierda” y que habla de las desventuras de un músico uruguayo. Y para completar el panorama, expertos eurovisivos espontáneos en escenografía, iluminación, coreografía, etc. Si uno lee Twitter, resulta que los profesionales de este año son presuntamente terribles y que un twittero que dijo que “Alfred no sabe andar artísticamente” es lo que necesitábamos para ganar. Toma ya. Resumiendo, que este año no ganamos porque actuamos los segundos y no hemos contratado a tuiteros expertos en la materia. Como lo oyes.

El caso es armarla. El año pasado fue terrible, sí. Claro que sí. Todo fue terrible. Supongo que sobre todo para Manel Navarro. Y resulta que este año, la canción ha sido elegida por los espectadores. Muchos de estos expertos de Twitter votaron para que Alfred y Amaia fueran a Lisboa con “Tu canción”. Y aquí les tengo que explicar un par de cosas. Primero que la decisión ha sido del público y por lo tanto es el público responsable de lo que se va a cantar mañana. Segundo, ¿la realización? Pues miren, es más que digna. El asunto no da para más. Y quien se empeñe en lo contrario conoce muy poco del negocio. A todos estos que me dicen que nuestra realización y luces son un cuadro, les voy a recordar que Loreen se llevó de calle el festival con un pijama negro y medio a oscuras. Y punto. Pero claro, es que ella tenía “la canción”. Lo mismo aquí el error es que se ha votado una canción que era la banda sonora a un romance adolescente en un reality. Y claro, pasado el reality las cosas se enfrían y cuando a estos dos chiquillos llenos de talento me los pones al lado de monstruos escénicos como la de Chipre, el de Noruega o el circazo que lleva Israel, pues que lo mismo hubiera sido mejor llevar “Lo Malo” y montar un pollo reggaetonero. ¿No se te ha pasado por la cabeza? A mucha gente se le está pasando.

“Tu canción” no es un temazo. Ni de lejos. Pero oye que, ya que la gente la ha elegido, pues vamos a darlo todo, a mandarles mensajes de los buenos para que mañana brillen todo lo que puedan. Que son dos chiquillos enfrentados a un gigante del entretenimiento. Y yo les veo tan jóvenes y currando tan bien que, de verdad, lo último que voy a hacer es joder con mis ideas de luces y coreografías. Entre otras cosas porque no soy ni coreógrafo ni iluminador y me imagino que la delegación española se está partiendo el pecho para hacer las cosas lo mejor posible.

Es pelín triste ver como todo Israel está empitonado vivo con Netta y sin embargo aquí parece que nos gusta encumbrar a alguien para reventarlo luego. No me gusta “Tu canción”, de verdad. Pero por encima de todo voy a respetar lo que el público votó y luego ya, mañana por la noche, estaré delante de la tele aplaudiéndoles. Porque si yo fuera mañana un chiquillo de 20 en medio de ese escenario, eso es lo que esperaría de mi gente. Y mañana, España es mi gente.

¿Podríamos dejar de criticar cinco minutos y mandarles toda la buena onda del mundo? ¿Es posible? ¿Es necesario siempre cargar contra alguien siempre que no estamos de acuerdo con algo? ¿De verdad vamos a avanzar así? ¿Así se genera ilusión? La ilusión se genera desde el respeto y la aceptación. Y yo mañana estoy con ellos y su equipo. Queden arriba o abajo. Pero mañana estoy con ellos, sobre todo porque ellos, mañana van a cantar algo que ha elegido alguien como tú. De ahí el respeto.

Dicho esto, mucha suerte. Y fuerza, que visto lo visto, nunca sobra.