jueves, 8 de febrero de 2018

13 RUE DEL CAMBIO


Si siguen este blog a diario, ustedes saben que era muy fan de "Cámbiame" un formato de La Fábrica De La Tele hecho con cuatro duros y bastante encanto en la sencillez de su propuesta. Había una cierta candidez, un espíritu casi amateur (en términos televisivos) en un programa que había conseguido algo muy difícil: un casting redondo. Cristina, Pelayo y Natalia eran una fabulosa mezcla en pantalla aunque los datos del mediodía no fuesen para echar cohetes. El programa funcionaba como un reloj. Pero el  nuevo "Cámbiame" es harina de otro costal.

Un error detrás de otro que han convertido el programa en una mezcla imposible de seguir con imágenes pregrabadas, imágenes en directos, terrores como la "Cambiame Cam" (¿en serio?), una presentadora que cada vez importa menos y una disgregación de sus miembros que es para pedir socorro. A Pelayo se le separa de sus dos compañeras superiores para convertirle en el Kiko Hernández del cambio, porque esa es su función en el programa, no se engañen. Fiona Ferrer, juez magnánima junto a Pelayo en un formato que le sienta horriblemente mal, hace lo que puede con cara de susto permanente. ¿Y las nuevas incorporaciones? Pues apenas nada salvable, excepto las buenas maneras de Manuel Zamorano (estilista fijo/discontinuo de "Sálvame") que se empeña en que todo sea bonito. La nueva estilista, la del conflicto con Natalia es la anti tele y los delirios de grandeza de Moncho Moreno ("Yo he peinado a Noor de Jordania") han convertido el programa en la versión peluquería del popular cómic "13 Rue del Percebe". Nada se entiende, nada tiene sentido y la audiencia no está respondiendo. No es que la versión original fuese como un tiro en audiencias, pero tenía su aquel. Hubiera sido mucho más inteligente cerrar el programa y empezar de cero con otra formato. Porque lo de este "Cámbiame" anabolizado es, a días, hasta difícil de ver. Una pena.

No hay comentarios: