Como diría nuestra hater nacional, me quedo “living” con las
cosas que leo últimamente. Y claro, esto lo tengo que contar sobre todo porque
necesito saber vuestra opinión del asunto. Decir que existe la homofobia no es
nada nuevo, desgraciadamente. ¿Pero que pasa cuando los ataques homófobos vienen
desde dentro? ¿Entonces no es homofobia? Hoy os vengo a hablar de un chiquillo
que se llama Agoney y que ha participado en la última edición de “Operación
Triunfo”.
Hace unas semanas, una travesti fue gravemente insultada y
hasta vilipendiada por parte de la prensa porque iba a subirse a una carroza en
una Cabalgata de Reyes. Y “el colectivo” (lo pongo entre comillas al ser un
ente polimorfo) reaccionó llevándose la mano al pecho y luchando a mordiscos
porque “si tocan a uno, nos tocan a todos”. Un no parar de solidaridad como no
se imaginan. Todos contra “el lobby homófobo” que sigue queriendo hundirnos en
la miseria.
Unas semanas después leo esto en distintos muros de Facebook:
“Una loca de mierda pegando gritos” (escrito por A.F.S.)
“Esta tremenda maricona no me representa” (escrito por M.J.)
“Soy eurofan y estoy indignado con esta gritona” (escrito
por J.A.)
“Vamos a hacer el ridículo sin mandamos a esta histérica”
(escrito por R.F.)
“Es una drag cutre del Yumbo…solo le falta la peluca”
(escrito por P.A.C.)
“Si esta pasiva va al festival, esto año paso de verlo, me
da hasta vergüenza” (escrito por F.V.)
Este es el nivel. Lo curioso del asunto es que estos
comentarios han sido escritos por hombres gays. Hay cientos de ellos. No les
pongo más porque el tono es siempre el mismo. El menospreciar, el femenino
asociado al rol pasivo y el insulto desaforado. Busquen en muros de amigos y no
tardarán en encontrar estas perlas.
Esto es la homofobia selectiva. Si tocan a una travesti nos
tocan a todos porque quieren machacar nuestras libertades, nuestra visibilidad,
nuestros derechos y lo que haga falta. Sin embargo, viendo ciertos muros y
feeds de Twitter, se me cae el alma a los pies. Sobre todo pensando en lo que Agoney
va a tener que leer cuando salga de la Academia (o sea, hoy) y lo que llevan
leyendo sus amigos, su familia y la gente que le quiere desde hace días.
He llegado a la conclusión de que hay gays más “insultables”
que otros. Agoney es tremendamente “insultable” igual que lo fue en su momento
Eliad Cohen. Si eres travesti, ya la cosa cambia. Pero me resulta desolador ver
a muchos de los que se llevaban la mano al pecho en la cabalgata, arrasar
verbalmente con un chico que lo único que ha hecho es participar en un concurso
televisivo. Es de una pena inmensa. Sobre todo porque supongo que esto
demuestra que ese “lobby gay” del que tanto habla la prensa rancia, en realidad
no existe. Porque aún tenemos la capacidad de insultarnos a mordiscos si hace
falta “para que una loca pasiva que grita no me represente en Eurovisión”. Ese
es el nivel ahora mismo. De una pena infinita. Al final, muchos se están
convirtiendo exactamente en lo que llevan toda la vida criticando.
Sin ser especialmente fan del chiquillo, espero que encuentre
su sitio en el mundo, ya sea cantando o haciendo el pino puente, y espero,
sobre todo, que tenga la fuerza para que toda esa inquina no le roce y mantenga
intactas sus ganas de hacer lo que le de la gana. Aunque no sea travesti y no
salga en una cabalgata.
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