martes, 25 de julio de 2017

LA PELOPONY: UN MÁRKETING DE LOCURA


A veces en Twitter veo cosas que me quedo más lelo de lo que estoy. Y los fans de LA PELOPONY son gloria bendita. Las cosas como son. Que en un rato me van a dar hostias en Twitter, pues también, pero oigan, que esto va con el sueldo. Al parecer, la diva ha sacado un nuevo single que se llama (atentos) I WANT YOUR LOVE y que tiene su vídeoclip y todo, no se crean, que para artista integral, ella. 

El vídeo lo ha grabado en un parque de al lado de su casa con un chandal de un primo suyo y una diadema de unicornio. AY GUAN LLOR LOF BEIBE es lo que ella canta en lo que me aseguran que es inglés mientras pasea entre pinos del mismo color de su pelo, lo que convierte todo el asunto en un "me enveneno de verdes". Cualquier día un desaprensivo la confunde con una botella y la tira al contenedor del vídeo. Ahora en serio, la canción no está mal. Sigue la onda esta del chicle pop con pompas de jabón y mucho sinte chispeante. Pero lo bueno del asunto son los fans que están empeñados en que esto supere al DESPACITO a nivel global. Claro que sí, guapis. Y para ello dan una serie de instrucciones para petarlo. Estas instrucciones.


¿Se han quedado muertos? Yo también. Para empezar un detalle ¿Comprando 20 copias se entra en el top 30 de iTunes? Para quedarse loco. Y luego está lo de las escuchas. Te dicen que pongas la canción 24 horas en Spotify pero que no lo hagas sin sonido, que pongas el sonido al mínimo. ¿Se imaginan a los vecinos de un fan de La Pelopony? Efectivamente, menudo drama. Y en YouTube, pues lo mismo. Las 24 horas viendo el video y refrescando la página cada 60 segundos. Mátame camión. Esto es como para hacer la croqueta seis días seguidos y luego ya si eso, te ingresas en la López Ibor. Lo curioso es que los fans han tenido tan poca vista que han colgado esto en Twitter que a todas luces es algo MUY CHUNGO y que, aunque no es ilegal, supone inflar las ventas, visionados y escuchas de un artista para tener unos datos NADA REALES. Así de claro se lo digo. Sigo quedándome loco pensando en alguien 24 horas enchufado al YouTube y refrescando la pantalla cada minuto. Esto no lo arregla ni hermano mayor.

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