viernes, 13 de enero de 2017
CRÍTICA DE TEATRO: LA LLAMADA (EL MUSICAL)
AVISO: Ustedes, fieles seguidores de este blog saben la adoración que un servidor profesa por Whitney Houston. Por lo tanto, les aviso de que la crítica que van a leer es de todo menos objetiva y fruto del fervor. Ahí lo llevan.
Alguien que me quiere mucho decidió regalarme por Reyes unas entradas para ver un musical que se llama LA LLAMADA. Claro, que llevo media vida queriendo ir a verlo (el teatro está, exactamente, a 20 metros de mi casa) sobre todo por las kilométricas colas que llevo viendo años. Pero uno piensa que lo mismo esto es una cosa de hipsters, de niñatas locas o un hype de esos exagerados por la prensa. Que todo puede ser, Maricarmen. Pero ¡ay! lo equivocado que estaba...
Ni cinco minutos tardé en darme cuenta de que, en realidad, LA LLAMADA es una carta de amor. Inmensa, además. Una carta de amor al universo, a las monjas, a la amistad, al lesbianismo, a las coreografías, a Glee, a las drogadictas redimidas, a Presuntos Implicados (sí, es normal que usted se asuste al leer esto), a los vestidos ajustados del Bershka, al sentimiento Upa Dance, a la generación parkineo, al electro latino y... a Whitney Houston.
Porque Dios es un señor que va vestido como para ir a una boda gallega (esas chaquetas adamascadas) que lanza su mensaje al mundo cantando canciones de Whitney Houston. Lo sé, es para despeinarse del impacto pero les prometo que gracias a un guión magistral, todo tiene sentido. Y ese, quizá, es el milagro de LA LLAMADA. Que todo tiene sentido y que lo que pensabas que no, pues sí.
Y luego está el reparto. Hay que decir que todos están bien, pero a mí me gusta mucho un titular y yo se lo explico en dos.
"Desde LINA MORGAN (también era muy fan) no he visto sobre un escenario un talento y un timing tan exacto para la comedia como el de Brays Efe. Da gloria verle."
"Angy Fernández es lo mejor que le ha pasado en décadas el entertainment patrio. Sin más. Una mujer, un show. Lo tiene absolutamente todo. Y ya."
Resumiendo, que yo también he sentido LA LLAMADA. A volver a sonreír, a la emoción, a echar la vista atrás y recordar que tuve una adolescencia de traca, a cantar y aplaudir en un patio de butacas. Todo eso en menos de dos horas. Si LA LLAMADA hubiese sido una obra americana, ahora mismo estaríamos viedo una adaptación al cine con Christina Aguilera, Ariana Grande y Kathy Bates en el cartel. Y oigan. que soñar es gratis, y ya se acaba de rodar la película aquí, en esta España. Esperemos que se conserve la magia y hagan ustedes el favor mientras tanto de ir al teatro a verla. Es lo más retrofuture que se van a encontrar en sus vidas.
Buenas noches y que Whitney Houston les bendiga.
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