sábado, 5 de septiembre de 2015

ANACLETO, AGENTE SECRETO (LA PELI DE LA SEMANA)



Ayer mismo me planté en el cine para ver ANACLETO AGENTE SECRETO. Expectativas cero. Ni buenas ni malas. Y me van a perdonar ustedes pero yo con el cine español he tenido toda la vida una relación amor/odio que ríanse ustedes de lo de Mozart y Salieri. Cada día tengo más claro que el cine español se está partiendo en dos: las películas "con prestigio" de las que el publico huye como de la peste (¡Hola, Julio Médem!) y las películas "menos profundas y mucho más mainstream" que ¡oh maravilla! están llevando al público en las taquillas. ¿Y Anacleto? ¿A cual de las dos corrientes pertence?

Sin dudarlo un solo instante, a la segunda. Y además con dos cojones y un antihéroe fabuloso. Quienes están detrás de esta película tienen claro varias cosas empezando por nuestra propia identidad. Un héroe o antihéroe español ni puede ni debe imitar el modelo americano. Nosotros somos mucho más pobres y no destruimos seis manzanas de rascacielos por fotograma, pero nosotros somos poliédricos y ellos planos. Esto es así. Y Anacleto brilla porque se reconoce como tal, de principio a fin. Una película española que sí parece española por todas las buenas razones.

El casting es redondo. De los protagonistas a los secundarios. Y se nota el mimo y la atención al detalle. Prepárense para unos golpes de diálogo espectaculares más que para un no parar de coches que vuelan y explosiones hiperbólicas (que alguna hay también). Anacleto divierte porque tiene un guión fácil, accesible (esto es muy importante) y que toma a sus espectadores por gente inteligente, y no saben cuanto se agradece esto sobre todo en escenas como la de "El suero de la verdad" donde el director sabe pasar del euro-blockbuster comedido al mejor Berlanga en cuestión de segundos.

El "Landismo" triunfó porque era la encarnación de algo que existía y sus espectadores empatizaban y se reconocían tanto en la desgracia como en el camino a la gloria. En "Anacleto" incluso el villano (grande Areces) es víctima de la actual coyuntura del latrocinio y la estafa institucionalizada. Por eso les recomiendo verla, porque es cine español que parece cine español. Del bueno, del que te ríes, del que recomiendas porque sientes que quiere gustar. ¿Va a ganar diez Goyas? Probablemente no. Quizá al final eso sea lo bueno...

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