REVISTA HOLA: MERCADILLO NOTICIOSO

El HOLA nunca falla. Porque mientras las otras revistas tiene un diseño muy de ahora, el HOLA mantiene su estilo desde 1970 o así, dándole una sensación atemporal que es un maravilla. Y las noticias de relleno, pues lo mismo. Más putas que en un bar de la carretera de Burgos, más vagos que en un casting de OT, más jetas que en un consejo de ministros y mucho arte. Porque hay noticias que necesitan una redacción de ciencia ficción para que no se nos salgan los ojos de las cuencas. Buñuel y Dalí serían fans en plural de esta revista que ya desafía todas las leyes conocidas. Sobre todo las de la inercia y la gravedad. Una maravilla que está convirtiendo la vida de las redactoras de OK (gordas, feas y feministas y cosas así de fatales) en una pesadilla con patas.

Una tal Mónica nosequé abre esta edición para enseñar el casoplón que tiene en Mónaco. La tal Mónica tiene un palacio de morirse. Y un discurso que es para darle patadas en la boca hasta que no nos queden fuerzas, porque Mónica dice que su casa es “una residencia de playa serena”. Tócate los huevos Manolo con la sencillez y la serenidad de Mónica. La casa serena tiene unas 2.739 habitaciones llenas de libros de esos que se compran al peso para decorar las casas que salen en el HOLA, cuadros de la abuela y mucho estampado inglés en las tapicerías, del estilo del que Krusty de Alba elige para sus vestidos. No hace falta decir que odio profundamente a Mónica, porque cuando una tiene tanta pasta no se debe ir de humilde por la vida. Hay que ir como Naty Abascal. Es decir, cargada de pieles y con un pedo como un piano gritando “Os biero a tofoooos”. Tal cual.

Luego sale Tom Cruise (ese hombre heterosexual al que el mundo entero se empeña en llamar maricón) porque ha venido a Madrid a presentar una película donde hace de Nazi bueno. Por supuesto al estreno han ido todas las solteras de España que salen en el HOLA con ganas de ver a Tom de cerca y todas se han quedado muertas al comprobar que Tom tiene el tamaño de un taburete de puticlub. Un drama, oigan.

Angelina y Brad, esa ONG histérica andante, se han ido de viaje con sus 596 hijos de diferentes razas. Sigue faltándoles la abuela bantú y el padre esquimal para completar la baraja, observo.

Una abuela payasa de UK ha decidido sorprender al mundo creando una colección de jerséis para gallinas. Mi hija, al leer esto, ha dicho que, o le compro una gabardina de Burberrys o se prende fuego en la puerta de un ayuntamiento, que es una cosa que está muy de moda.

Vicky Martín Berrocal, bailarina de “Mira qué esguince” ha diseñado unos trajes de gitana, ha hecho un desfile y se lo ha dedicado a su padre muerto. Por ese orden.

Ana Obregón ha visitado una asociación de niños con Síndrome de Down. Como si no tuvieran bastante los pobrecillos ya con lo que tienen, como para que encime les lancen a la Obregón en plancha. Como se enteren de esto los de Amnistía Internacional la empapelan por crueldad.

Raquel “chupitos de mimosín” Mosquera, sale en el HOLA porque, por lo visto, está tiesa de pasta y ha puesto a la venta el chaletazo y un todo terreno que tiene. Los tres millones de parados que cobran unos 400 euros al mes y un servidor de ustedes no solidarizamos con la desgracia de la única estilista que, pesando 100 kilos, se pone un bikini de leopardo. Como pueden ver, la crisis ya no respeta ni a las famosas y el drama social se hace un hueco en las páginas de esta revista.

Krusty de Alba sale en el HOLA porque por lo visto no le van a operar de momento. Ya saben que yo pienso que esto es un plan de Aznar y Bush para poner un chip en el cerebro de Krusty que le de poderes maravillosos y convertirla en una arma de destrucción masiva, a la vez que un una Mata Hari rollo andaluz. Los terroristas del mundo ya pueden empezar a temblar, que Krusty Robocop ya está más cerca.

Seis páginas para contar que el príncipe, el marido de la del telediario, ha cumplido 41 años. Esto demuestra, evidentemente, que Carod Rovira y el HOLA son las cosas más republicanas que existen en España. Ozú.

Los Goya salen mucho en el HOLA porque mientras la Pantoja no salga diciendo que ya no quiere al otro o Chelo García Cortes cuente “lo suyo” pues hay que rellenar. Y para una gala que van todas medio limpias y con vestidos más o menos finos, pues hay que sacarla. Ni punto de comparación con la crónica del otro día de mi hija Dana. Porque en el HOLA no se mojan y no llaman fea o gorda a ninguna, y les aseguro que material había. Y en el capítulo de irrealidades, una tal Dafne Fernández (¿) declara emocionada (con la mitad de las tetas fuera) que “mi proyecto de cine en Hollywood se ha retrasado por la crisis”. Pues no sabía yo que la crisis también había llegado a los puestos de palomitas de los cines. Porque a Dafne sólo me la imagino ahí…o de taquillera.

Carla Bruni, la presidenta del Mundo, y Elsa Pataky Patallí han ido juntas a una fiesta. Obviamente era una reunión secreta para arreglar el mundo, que está hecho una chatarra. Carla y Bruni son responsable de lo de Obama, por supuesto y de muchas cosas más que nos van a llevar a un estado de bienestar que lo vamos a flipar.

Y el HOLA termina con un extenso reportaje sobre los desfiles de Alta Costura de París, una ciudad que el 90 por ciento de las lectoras del HOLA no conocen y que muestra unos trajes que el 99,9 por ciento de las lectoras no podrán ver ni de cerca. Como nota de color les comento que Karl Lagerfeld (Kas Limón) está vivo, que Valentino (Kas Naranja) no ha ido a su desfile y que John Galliano es como Carmen de Mairena si Carmen fuese delgada y no cantara copla picante.

Como verán…para mear y no echar gota.