Yo casi nunca les hablo de temas serios, que yo estoy aquí para que ustedes pasen un buen rato. Pero esto (nunca mejor dicho) ya clama al cielo. El Diario.Es publica pruebas de que el Obispado de Alcalá de Henares está celebrando cursos clandestinos e ilegales de terapias de conversión para (atentos) "curar la homosexualidad".
Si ya partimos de la base de que la homosexualidad no es una enfermedad (así lo dice la Organización Mundial de la Salud), no entiendo qué narices quieren curar. Esto para empezar. Los periodistas de este medio han tenido acceso a una de estas reuniones impartidas por una bióloga (no, no es broma) que te aconseja "gobernarte y no ver porno" como panacea. Lo curioso es que este tipo de terapias están prohibidas por ley y gracias a una ley (la ley que quiere eliminar VOX) resulta que al ser ilegales, también son multadas con más de 45.000 euros. Porque esto es una barbaridad. Porque no hay derecho. Porque el insulto esta vez proviene de una institución que empieza a asustar, por muchas entrevistas humanas y amables que dé el nuevo Papa.
Los correos que se envían a los homosexuales que "deseen curarse" se hacen desde una cuenta asociada al Arzobispado. De todo ello hay pruebas documentales que se han enviado al juzgado porque ya se les ha denunciado. El colmo del asunto viene cuando la bióloga que imparte estos cursos afirma que "la homosexualidad no existe". Sí, esto está pasando en España en 2019. ¿Hasta cuando?
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