martes, 22 de enero de 2019

ESTO YA ES DEMASIADO TRISTE


Habrán comprobado ustedes que en este blog no se ha hablado hasta hoy de Julen, el niño al que se intenta rescatar en una sierra de Málaga. Pero es que esta tarde se ha publicado la noticia de que lo que se ha hecho hasta ahora no sirve de nada. No, no es una broma macabra.

Jamás se va a dudar aquí de las buenísimas intenciones de todos los que colaboran en uno de los recates más difíciles de la historia (así lo definen en la prensa de medio mundo). Por lo visto, y debido a un error de cálculo, hay que volver a perforar el pozo vertical. De nuevo, parece increíble. Y las teles no están ayudando demasiado. No hay que ser un genio para ponerse en la realidad, que es durísima. Pablo Carbonell, que aportaba el otro día en la tele un poco de sensatez, dio pistas sobre lo que está pasando. ¿Alguien ha mandado comida o agua al interior del pozo? preguntaba. Y quizá ahí está la más dolorosa de la respuestas. Yo, particularmente, siento un poco de vergüenza ante algunas de las coberturas que no dejan de repetir que el niño puede estar vivo. No soy negativo, pero la ciencia médica, la biología y el sentido común apuntan a que no hay que contarle esto a sus padres. Por desgracia, pero no. La realidad, durísima, se impone. Y yo les prometo que si Julen está vivo, pediré dos millones de disculpas por este post, pero quizá la familia lo que se merece en estos momentos tan duros es que se les deje solos con sus seres queridos a esperar el desenlace lejos de las cámaras.

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