RICKY MERINO es este chiquillo de la edición pasada de OT que gusta a todo el mundo. Y Ricky ha publicado su primer single. Y se ha liado parda por el videoclip, que ya les aviso que no va a gustar nada a las señoras de la Conferencia Episcopal y los votantes de VOX. Vean el vídeo y luego lo comentamos.
AHÍ LO LLEVAN.
Y AHORA, EL ANÁLISIS
Ricky es poseído por una gitana del Sacromonte adicta a todo lo que sea dorado y es llevado engañado a una fiesta donde le han dicho que se lo van a comer a besos. Literalmente.
Ricky llega a la fiesta y no se asusta a pesar de que aquello parece un tanatorio de tanto mármol.
Ricky tampoco se asusta cuando en esa fiesta están todos más salidos que Arévalo en un concurso de camisetas mojadas porque en esa fiesta se frota todo el mundo.
Ricky se encuentra allí un panorama desolador porque aquello parece una convención de gogós en paro, bailarines de Fama y personas pintorescas en general.
Ricky es camelado vivo y le llevan por la fiesta para presumir porque, las cosas como son, Ricky te luce muchísimo que da gloria verlo con ese pelazo y todo en "doraos"
Antes de que Ricky se pille un Cabify, alguna persona fluida le dice que no se vaya que va a empezar el chou. Total, que Ricky termina sobre una mesa, en pelota picada mientras varios compañeros de la edición pasada de OT le devoran.
Más o menos ese es el plan.
Sí, el tema es muy George Michael que siempre es mejor que te recuerde a Maluma.
Sí, el peinado de Ricky necesita su propio spin off.
Sí, suena muy requetebien. Nada que ver con "Bulería" o con "Vas a volverme loca", que también.
Sí, le deseamos muchísimo éxito, pero sin doraos.
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