Ha sido ella misma la encargada de contar su historia en Instagram. Una ex pareja de CONCHITA WURST, la cantante austriaca que maravilló al mundo ganando Eurovisión con su "Rise Like a Phoenix", le ha intentado chantajear. Pero ella ha decidido no ser víctima del chantaje y se ha adelantado.
Conchita es portadora del VIH y lleva varios años con medicación y siendo indetectable (es decir, la carga viral es tan baja que no se puede contagiar el virus). Conchita lo ha contado porque su ex pareja amenazaba con hacerlo. Y no se puede ser más lamentable. Utilizar una enfermedad como arma arrojadiza contra alguien lo único que demuestra es una bajeza moral de órdago. Conchita ha sido valiente y ha contado su historia para que nadie puede jugar con su vida, su presente y su futuro. Y yo le aplaudo la decisión y la valentía. Y por supuesto, espero que el peso de la ley caiga sobre su ex pareja, que no se puede ser peor persona...
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