LOS CUATRO FINALISTAS DE OPERACIÓN TRIUNFO 2017 A EXÁMEN

Es el tema televisivo de la semana. Los cuatro primeros finalistas de OPERACIÓN TRIUNFO 2017. Me voy a poner en plan Esperanza Gracia y voy a aventurar cómo veo yo el futuro de estos cuatro ídolos de nueva generación. Y vamos directos al grano en orden alfabético para que nadie me acuse de favoritismos, que no se imaginan ustedes cómo están las redes.

AITANA

O “esa chiquita que es clavada a Ariana Grande con su flequillo y todo”. ¿Se merece Aitana estar ahí? Pues miren, sí. Porque es completísima. Completísima en el sentido “Enrique Iglesias” de la palabra. Vocalmente, Aitana es una buena voz más. Pero no es excepcional. Sin embargo, podría tener ese “X factor” (perdonen la transversalidad) que es necesaria en un artista. Con un buen equipo detrás, Aitana puede terminar petándolo. Sobre todo, porque es un tipo de artista que escuchan los críos ahora. Dua Lipa, la brasileña Anitta (una desconocida aquí pero brutal en el resto del mundo) o Julia Michaels son tres espejos donde mirarse. Aitana es guapa, tiene tipazo y vocalmente en estudio va a funcionar. Y con esto les acabo de describir al 99% de las estrellas del pop de los últimos 20 años. Sus opciones de éxito, en términos de mercado y con los temas adecuados son grandes. Muy grandes.

ALFRED

Joan Tena. Beth. Ese rollo. Alfred es la intelectualidad musical de esta edición. Alfred podría ser lo que en el negocio de la música hemos llamado muchas veces “el artista interior”. Alguien con un talento desmesurado que se va a lucir… trabajando para otros. De los cuatro es el que menos posibilidades tiene de llegar a un público masivo sobre todo porque no creo que él mismo lo busque. Talentosísimo, intenso y ganador en las distancias cortas, Alfred podría ser un compositor de mayorías y un artista de minorías. Ojo que no es una cosa mala, que no todo el mundo tiene la obligación de ser David Bisbal. Tendrá su oportunidad, tendrá probablemente su disco y ahí se quedará la cosa durante un tiempo. Cuando alguien es tan artista, probablemente necesite un tiempo cuando esto acabe para reencontrarse y elegir un camino. Y seguro que su decisión es la correcta. Ni lo duden.

AMAIA

Amaia, salvo sorpresas de última hora es la ganadora. Allí donde mucha gente ve ingenuidad, yo veo inteligencia y un control maravilloso de los tiempos y el lenguaje televisivo. Amaia cantaba de puta madre desde el primer día. No hacía falta el “Shake It Out” para darse cuenta de lo camaleónica que puede llegar a ser. Es la voz de la edición. No hay comparación posible. Y también es la incógnita. Les juro que soy incapaz de averiguar qué tipo de artista quiere ser Amaia. ¿Va a perseguir un éxito arrollador en la onda de Malú o va a ser feliz cantando en sitios más chiquitos como Rozalén? Lo único claro, quizá, es que no quiere ser Britney Spears. ¿Es mi favorita del concurso? Ni de lejos. Yo a los artistas, por muy dotados vocalmente que sea, no les perdono la indecisión. Ni yo ni el poco público que aún compra discos. El concurso me ha demostrado que canta increíblemente. Pero les prometo que no tengo ni idea de por donde irá su carrera musicalmente hablando. Por lo tanto, es la incógnita. En el momento en que ella lo tenga claro, las puertas las va a tener abiertas. Todas.

MIRIAM

De todas las voces que escuché en la gala 0 me quedé con tres: Miriam, Amaia y Roi. Por eso me alegra especialmente que Miriam esté en la final. Pienso que el concurso no le ha sentado especialmente bien y por todas las razones opuestas a las de Amaia. Algo me dice que ella sí sabe lo que quiere cantar, cuándo y cómo. ¿El resultado? Pues le hemos visto incomoda, limitada a veces y casi siempre encorsetada. Es lo que pasa cuando tu personalidad artística se impone a un repertorio semanal y de ahí la poca evolución que han observado muchos espectadores. Vocalmente me parece fascinante. El problema es que sólo aparece el milagro cuando la canción le gusta. Por lo tanto, aquí la ecuación es fácil. Un repertorio a medida pueden convertirla en la sorpresa post concurso. Tiene el carácter y tiene la voz. SI hubiese nacido es Estados Unidos, Kelly Clarkson no hubiese tenido una sola oportunidad y los productores y compositores de Country (uno de los pocos géneros que sigue respetando la buena música) se la estarían rifando. ¿Posibilidades de petarlo? Ya se lo he dicho: muchas, pero a su ritmo, con sus tiempos y sobre todo con sus canciones.

¿Y LOS DOS QUE QUEDAN?

La semana que viene nos enteraremos todos. ANA GUERRA es tremendamente guapa y tiene una telegenia espectacular. No me extrañaría un pelo si dentro de unos meses le vemos encabezando el cartel de “La llamada”, la obra de “Los Javis”. De hecho, sería una estupenda idea. Porque Ana Guerra no es una buena cantante, pero es espléndida bien dirigida sobre un escenario. Sin embargo, AGONEY, es “el artistazo”. Excesivo, ampuloso y con tendencia al tremendismo. Agoney es lo que espera un eurofan en Eurovisión (el año que no tienen la diva de marras). Agoney es lo más “Mónica Naranjo” que hay en esa academia. Y con eso, casi todo está dicho. ¿Está preparada España para este tremendismo? ¿Somos capaces de fabricar nuestro propio Adam Lambert? El tiempo lo dirá.

Así les he contado las cosas. Lo bueno de este post donde yo me hago el listo es que ya queda escrito y si me equivoco, me lo van a poder echar en cara las próximas dos décadas. Por supuesto, espero sus comentarios. Me fascina todo lo que tengan que contarme. Que pasen un buen día y…¡viva la música!