Con lo bien que vivíamos todos sin estas aplicaciones infernales. Mi amiga Rebeca me manda una noticia del Mirror que me deja entre la carcajada y el horror más absoluto. Mike es un tipo de 29 años que lleva varios años casado con su mujer. Pero Mike es un picha brava y le pone los cuernos a su mujer con utilizando el Tinder. Hasta que ella se entera.
Entonces la tía le ha cogido el teléfono y le ha vuelto a escribir el texto con el que Mike se presenta en la app. Entre otras cosas dice que tiene una polla enana infectada de varias enfermedades de transmisión sexual, que su mujer se ha enterado de todo y que le va a dejar por ser un cabrón de tomo y lomo. Claro, los mensajes que le han empezado a llegar a Mike le llaman de todo menos "top model" y se ha quedado sin mujer y sin churris. Y con un pito pequeño. Mike lleva desde ahora la desgracia en la cara. Yo estoy absolutamente con la mujer qu, en medio de la desgracia, ha tenido un sentido del humor tremendo para devolvérse al cabrón de Mike.
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