Ayer se estrenó una de las series más promocionadas de los
últimos años. De golpe y porrazo ELLA ES TU PADRE llegaba anoche a la pequeña
pantalla. Y claro, como ustedes mes han escrito para que yo se la comente, aquí
tienen mi crónica.
ELLA ES TU PADRE es un producto que se deja ver a pesar de
los contrastes. “Contraste” sería la palabra que mejor define el inicio de la
serie. De momentos aberrantes a momentos brillantes con muy poco gris en el
medio. No nos vamos a engañar, la serie es “Señora Doubtfire” con la diferencia
de que, en lugar de asistenta, es la profesora de música. El resto, salvo
detalles, es exactamente lo mismo. Pero lo bueno de la serie es su honestidad
en el planteamiento, nunca trata de ocultar su origen, va al grano y cuenta lo
que tiene que contar.
Luego está lo de los actores y de nuevo volvemos a los
contrastes. Carlos Santos es, sencillamente magnífico. Sin matices. Y quizá, la
gran revelación de anoche fueron sus escenas con María Castro, una actriz con un
timing alucinante para la comedia. Los dos juntos son magia. El problema viene
con casi todo el resto, empezando con una Belén Cuesta con un guion de chiste y
absolutamente desaprovechada, un Rubén Cortada que se desnuda sin parar quizá porque
su personaje ¿no da para más? o Aníbal Gómez repitiendo su “personaje” de Ojete
Calor sin añadir valor a la trama.
El guion alcanza momentos de bochorno preocupante en su
primer tercio y a uno le dan ganas de salir corriendo, las cosas como son. Pero
con la aparición de Avelina, los gags principales funcionan porque están
inspirados en la comedia clásica. Y esa es la otra cosa buena de EETP, que no
trata de inventar nada, no trata de impactar al espectador no trata de decirle “mira
lo gracioso que soy” (el síndrome Bertín) y por momentos recuerda a la chanante
“La Tía de Carlos” de Paco Martínez Soria, quizá la primera obra de “costumbrismo
travesti” made in Spain.
La serie se muestra viva con Avelina y palidece con Sergio.
Es la mejor manera de contarles esto. Pero de nuevo, es una buena ficción y si
la comparamos, por ejemplo, con “Los Serrano”, esto es Kubrick. Más libre, más
ágil y con más carga emocional de lo que podría parecer a primera vista, EETP es
una buena apuesta con un inicio decente. Ahora hay que ver hacia donde deriva
el asunto. Quizá la mejor crítica que le pueda hacer es contarles que sí, voy a
ver el segundo capítulo. De eso se trata ¿no?
NOTA: Debería hacer una recogida de firmas en Change.org para
denunciar la peluca de Rubén Cortada. ¿De verdad no había más presupuesto?
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