CHABELITA (aquí le vamos a llamar aunque tenga 90 años) el la versión RyanAir de las nuevas generaciones del corazón. Chabelita viene de una gran dinastía del colorín (The Pantojas) que contralan su relación con los medios como si fuera una estrategia de guerra, dan exclusivas con cuentagotas y cuando lo hacen, pues los kioscos se rompen, literalmente. No olviden a la madre de esta pobre chica hace semanas envenenada de photoshop en plan la versión trianera de Lady Di.
Sin embargo Chabelita es la información social A GRANEL. Así es mayúsculas. Esta chica tiene la misma credibilidad que yo en " Miss España" y hoy resulta que cuenta una noticia que debería impactar pero no lo hace. A Chabelita le gusta el dinero pero no le gusta trabajar. Chabelita tiene un hijo pero vive en un no parar de chulos. Un marido con contrato de fijo discontínuo (como contó en Sálvame), el padre de su hijo (que reaparece como guest star) y varios chulos de usar y tirar. Pero varios, que ha salido fogosa.
Hoy aparece en portada de LECTURAS porque, probablemente, necesita pasta y cuando no se trabaja y hay un hijo al que alimentar, ya saben. Y cuenta que ha vuelto con el padre de su hijo, un chico que al principio parecía el pequeño de Los Morancos (pulserita de la bandera española y gomina incluídas) pero luego se apuntó al gimnasio y a tronista y terminó casándose con una ex novia del hermano de Chabelita. Sí, yo también tengo miedo de los niños les salgan tontos .
CHABELITA es la viva imagen de una generación a la que no le mola trabajar nada. El vivir del cuento hecho Instagram. Y hoy, se abre en carne viva para sacar para comprar potitos, extensiones y pestañas postizas. Porque en el supermercado donde va Chabelita hace tiempo que se les acabó la dignidad.
1 comentario:
Que pena,una cria que no sabe ni siquiera agradecer la educacion recibida,la vida regalada de una madre que no es eterna, si comienza con las 8 horas por mal camino va.
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