RUSIA: ESE INFIERNO

Primero fueron los maltratos a las mujeres. En Rusia puedes pegar a tu mujer una vez al año y ni vas a la cárcel ni nada. Luego está lo de la población LGBT que es un verdadero despropósito, el caso de homofobia más escandaloso del "primer mundo" y nadie hace nada. Pero desde ayer, Rusia tiene otro enemigo.

LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ de ahora en adelante son considerados "peligrosos extremistas" de cara  a las leyes rusas. Acojonante. Además de declararles ilegales a Putin no se le ha olvidado confiscar todos sus bienes, que la pela es la pela. A pesar de que sobre el papel en Rusia hay libertad de religión, la corte rusa les ha declarado “una amenaza para los derechos de la gente, el orden público y la seguridad pública”. Como lo oyen. ¿Qué va a ser lo próximo? ¿La gente que se vista de verde? Y lo más triste del caso es que la comunidad internacional sigue sin hacer nada...