Lo de los aeropuertos es una cosa insólita. Les juro que tengo un amigo nacido y criado en Barcelona con un trabajo absolutamente normal y corriente y una vida como la de cualquiera de nosotros que llegó a tener que venir a Madrid a una embajada en concreto para que le dieran el visado. Y le hicieron varias entrevistas como si pasase algo raro. Y el mayor delito que ha cometido mi amigo en la vida, creo yo, es ser fan de Merche, que para todo lo demás es un primor. Y a Jorge Javier le ha pasado tres cuartos de lo mismo pero en peor.
Resulta que al desembarcar en el aeropuerto de Nueva York, tanto él como su chico han sido retenidos por las autoridades locales. El presentador ha explicado que a su chico le pasa con frecuencia, pero esta vez su chico quedó rápidamente puesto en libertad y Jorge Javier fue el que pasó más tiempo retenido. También ha explicado que lo agentes le encontraban muy distinto a su foto en el pasaporte y por un momento (esto es muy grande) está tentado de contarles a los polis que en realidad está distinto por los tratamientos faciales que le hacen y que le han dejado de perlas. Menos mal que optó por callarse. La policía en los aeropuertos no suele destacar por su sentido del humor, aunque claro, con cómo está el patio, pues hasta se entiende... en todo caso, viva el humor de Jorge Javier ¿no?
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