No les voy a engañar. El HOLA de hoy se divide en tres
secciones y mi kiosquera, que acaba de descubrir los “post-it” de colorines me
ha entregado la revista perfectamente dividida. Y es que mi kiosquera, que en
sí misma en una institución es una mujer preparadísima que desde hace unos
meses me hace un briefing al entregarme la revista. Mi kiosquera, en realidad,
es mi influencer de guardia, pero me da pavor decírselo porque lo mismo se
viene arriba, se hace un Instagram como sus dos Yorkshires y a ver qué hago yo
los miércoles cuando ella decida quedar con Sara Carbonero para hablar de estupideces
“largos de faldas” en lugar de venderme el HOLA. Por lo tanto, aquí me tienen, como si fuera Isabel
Coixet una gafapasta que hace ganchillo y lleva zapatos de loca
Camper, escribiéndoles esta columna en una cafetería de esas donde un café con
leche vale lo mismo que la hipoteca de un garaje. Y como siempre recuerden: las
del HOLA publican la revista, pero yo les cuento en tinglado.
Pasen y lean.
MARISA TOMEI NOS ENSEÑA SU CASA DE MANHATTAN
Y ustedes dirán ¿quién coño es Marisa Tomei? Pues miren, es
una que hacía películas en los noventa y que ganó un Oscar como podía haber
ganado un jamón en una feria. Porque no le ha servido de nada y desde entonces
hace unas películas que son un bostezo más grande que la existencia de Enrique
Ponce. Sí, así de terrible. Entonces, Marisa ha decidido enseñarnos su casa. Y concluimos
que Marisa es daltónica de la vida porque ya me vas a contar cómo narices una
mezcla en un salón el marrón con el verde turquesa y el fucsia polar. Al margen
de este despropósito en Technicolor, Marisa nos deja unas perlas de caerse
muerta y no resucitar. “Me encanta cuando logro hacer cine absurdo” ha dicho. Y
si echamos un vistazo a su carrera, pues debe estar encantada sin parar. “Practico
Hula Hoop, hago muchas cosas distintas a la de ser actriz” ha confesado
emocionada en ese infierno Pantone. Yo
espero, también emocionado, que entre sus cosas de “no ser actriz” también
visite a un psicólogo. Y a un decorador. Porque me ha dado el día.
BLANCA SUAREZ, que es muy mona, pero está como vaca sin
cencerro, ha decidido sacar a dos perros a hacer caca montada en un patinete.
Desconocemos si ha limpiado las cacas haciendo piruetas o se ha estampado viva
contra un bordillo en este alarde de eco modernidad.
LA GUERRA DE LETIZIA
Letizia, que es la máxima embajadora de la República en
España (me muero de risa al escribir esto), tiene una guerra personal con el
mundo entero. Quiere ser la más guapa. Ni Rania de Jordania ni hostias. Letizia
es la top model del reinerío mundial y ha conseguido que incluso Carolina de Lo
Mónaco parezca una poetisa lesbiana de izquierda a su lado. Y esta semana la
víctima de Letizia ha sido la mujer del Presidente de Argentina, que por mucho
moño “Eva Perón” que se haya puesto, ha quedado como una dependienta del
Bershka al lado de Leti. Leti es tan territorial, tan de marcar lo suyo, que se
ha puesto una tiara que pesa lo mismo que Mariah Carey un montón para
una cena con la argentina. La tiara es casi más grande que Letizia y
probablemente se haya roto la espalda en este alarde de “aquí mando yo, esta es
mi casa y mi marido está mucho más bueno que el tuyo, tanguista”. Letizia es arte. Sólo por el ataque de
lumbago que le ha debido provocar a Gargamel Jaime Peñafiel este
reportaje, ha merecido la pena.
FONSI “LA FIESTA SOY YO” NIETO se ha ido a Milán a hacerse
un reportaje para que le regalen el traje con unos modistos homosexuales
que le van a vestir en su boda con la nueva enemiga de Alba Carrillo su
novia. A mí FONSI, que es primer DJ de la historia con nombre de Teleñeco, me
cae de maravilla porque estuvo en Masterchef Celebrity y demostró ser un tío
simpatiquísimo y bastante entregado. Por cierto, la boda ya va por seiscientos
invitados. Imagínense el sarao. Solo les va a faltar un autobús de Hazte Oír
que diga “Los Djs son enviados de Satán y no tienen pilila”. Lo demás, tienen
de todo.
GEORGE CLOONEY y su mariliendre novia abogada resulta
que van a tener gemelos. Y esto grita “inseminación artificial” por todos
lados. Se han ido juntos a una fiesta en
parís y lo han contado emocionados. George, que no da puntada sin hilo hace
unas declaraciones en la página 48 que me han dejado loco. Y les cito
literalmente: “Cuando les dije a mis amigos que iba a ser padre, se quedaron
muy callados”. Toma ya.
LOS OSCARS
Pues miren, a pesar de que soy un hombre muy hombre, también
tengo mi lado femenino (esto lo de aprendido de Bertín Osborne) y me voy a
poner en la piel de un comentarista de moda para contarles los estilismos de
las famosas en la alfombra roja más descacharrante del mundo. La cosa funciona
así: yo suelto la barbaridad y ustedes acuden a la revista para comparar lo que
yo les digo con la foto. Se van a mondar.
NICOLE KIDMAN: Gracias a Dios, esta vez no ha ido vestida de
putacón western del futuro. La cara eso sí, era un poema de tensión. No sabemos
si le apretaba el tanga o estaba sorprendida. Y ese marido con las mismas mechas de Lydia
Lozano y más pintado que Kim Kardashian en una inauguración. Miedo.
DAKOTA JOHNSON o el
horror sin flequillo. No podía ir más fea. Imagínense que contratan a una
bibliotecaria austriaca lesbiana perdida para hacer de burbuja de Freixentet.
Ese era el look.
EMMA STONE: Otra envenenada de doraos. Y con flecos. Esto se
lo llega a poner Raquel Mosquera y están ustedes pidiendo cárcel sin reducción
de condena.
SCARLETT JOHANSSON levaba una cosa que podría llevar Norma
Duval a la fiesta de una tienda de azulejos. Imagínense. Y encima sin sujetador
y enseñando un tatuaje choni que tiene al lado de una teta. Ylenia debe estar
pellizcándose de la emoción al verla.
HALLE BERRY, a pesar de que una escarola del LIDL le había
explotado en la cabeza, era lo más follable sexy de la noche.
SALMA HAYEK lucía un modelo negro de la colección “Mira lo
que he conseguido con este escote, Marisa Tomei” y estaba muy graciosa.
MERYL STREEP, después de acabar a hostia limpia con Chanel,
llevó una cosa azul que podría llevar María Teresa Campos para comerse unas
almejas con Bigote. Con Bigote el novio, no las almejas.
Y los dos dramas de la noche:
-En el HOLA en ningún momento aparece BLANCA BLANCO, una
actriz secundaria que ha sido la estrella de la noche que iba con un modelo muy
“el payaso de Micolor” y además no lleva bragas. Y además iba perfectamente
depilada. Todo esto lo sé porque ella se encargó de enseñar sus labios (los de
cara no, los otros) por toda la alfombra roja. Una dama, vamos.
-¿Dónde coño está JUAN PEÑA? ¿Por qué Juan Peña no estaba en
los Oscars? ¿Nos encontramos ante un caso de racismo hacia el flamenquito?
Pero esto no acaba aquí. ¿Qué se habían pensado? Las
redactoras del HOLA han decidido que además del reportaje de los Oscars,
necesitábamos además un extra de 9 PÁGINAS titulado “Arde Hollywood”. Y ustedes
se preguntarán ¿Han decidido hablar de que una película de bajo presupuesto
sobre un homosexual negro (Moonlight) le ha quitado el Oscar a esa cosa sobrevalorada
que se llama “La la Land” (no, no es la biografía de Massiel)?. Pues no. El “Arde
Hollywood” se refiere a que muchas invitadas han ido vestidas de dorado y otras
de plateado. En la página final y para dar la nota, la muy menos amiga de Penélope
Cruz (Paz Vega) va vestida con una cortina de baño con flores un vestido
blanco bajo el que se le veían las bragas, también blancas. Paz, siempre tan a
la vanguardia de la lencería.
ISABEL PREYSLER Y MARIO VARGAS YORKSHIRE han ido a una cena
de unos multimillonarios peruanos que han traído varios cuadros a España para
que los pongan en un museo. ISABEL sale en las fotos con una cara terrible de
sorprendida. La típica cara que se te ueda cuando te enteras de lo que cuesta
un bidón de cinco litros de botox. Esa cara.
CARLOTA DE LO MÓNACO (reina de los afters) según el HOLA, ha
impactado en Milán con su SPORTY CHIC. Nada de elegante pero apañá. Es lo del chándal
y los tacones de toda la vida, pero en Mónaco. Carlota va echa un cuadro, si
les digo la verdad porque ya me dirán qué coño haces con una chaqueta de
lentejuelas dorada y más pintada que un coche a las doce del mediodía por la
calle. Sólo hay una persona a la que se le permite en el universo llevar
lentejuelas a cualquier hora del día porque ella es una diosa del estilo y se
llama TERELU CAMPOS, la mujer que vive en una permanente nochevieja. Y punto.
Y terminamos, queridas amigas disfuncionales con esos
consejillos que les dan la vida a mitad de semana. Esos consejos que les abren
el tercer ojo a una tercera dimensión de la idiotez y que les convierten
en lideresas del estilo en su patio de vecinos.
Lean atentísimas porque si lo siguen a pies juntillas vana triunfar más
que George Clooney en un bar de señores con bigote.
-No debes tener estilo propio. El HOLA te invita a imitar a
las reinas del STREET STYLE, que es salir a la calle con chándal blanco y un
capazo de playa en lugar de bolso y lucir, al mismo tiempo, unas gafas de
cristales transparentes (ojo esto es importante) sin graduación . Mongolas
perdidas pero reinas del estilo.
-LA FALDA DE TUL, tu mejor amiga. Las del HOLA dicen que da
lo mismo si la llevas a una “red carpet” o a un día de “shopping”. Y digo yo
que la puta falda de tul lo mismo les ha reseteado el cerebro y les impide hablar en castellano.
Porque decir “alfombra roja” y “día de compras” es lo más sencillo del mundo
¿no? Correcciones lingüísticas al margen, la falda es un horror sin parangón y
no me parece de señora fetén el pasearse con 72 años por Toledo con una falda
transparente, enseñando las bragas y con ese frío que te paraliza la vulva,
digan lo que digan.
-Los trucos para ganar LA BATALLA DE LOS OSCARS. Y aquí te
cuentan varios trucos para estar mona pero ¡oh la la! nunca dicen botox,
rinoplastia, bragafaja, liposucción o maldad, que en realidad son las palabras
claves para entender la alfombra roja de los Oscars. Fíjate.
Y ya, para caerte de espaldas y desnucarte vivo terminan esta
edición con un artículo que se pregunta lo siguiente: LOS SENTIMIENTOS Y LAS
EMOCIONES ¿AFECTAN AL CORAZÓN? Pues claro que si guapi. Un ataque de ansiedad
no te va a afectar en los juanetes, digo yo.
Hay que joderse…
Dicho todo esto, me despido hasta la semana que viene y les
animo a compartir esta insensatez en sus redes sociales. Entre todos podemos
conseguir que las redactoras del HOLA vivan en un ¡ay! Constante y eso es
maravilloso. Porque una redactora asustada y presa del pánico podría refugiarse
(por error) en una biblioteca y un museo y descubrir que las mujeres son
capaces de muchísimas cosas y casi todas buenas, además de combinar el naranja
con el verde aguacate glaciar, que también es maravilloso.
Les veo el miércoles.
Les quiero más María Patiño a su entrenador personal.
Háganse a la idea.
http://medicina-estetica-madrid.com/ |
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