miércoles, 15 de febrero de 2017

PIXEL A PIXEL: KIKO RIVERA - SANO JUICIO (EL VIDRIOCLIS)


Ustedes me lo llevan pidiendo todo el día. Y a gritos. El nuevo vídeoclip de KIKO RIVERA está aquí y se llama SANO JUICIO, que viene a ser como si LADY GAGA saca un single que se llama FALDAS LISAS. Un despropósito, vamos. Y es que KIKO resulta que ahora quiere ser una especie de santo varón. Sí, yo también he escupido el whisky al imaginarlo. Pero vamos a lo que vamos. Esto es SANO JUICIO. Con un par.

-La cosa empieza con una especie de chillout en una discoteca de polígono de las afueras de Sevilla (es un decir). Van todos como las cabras de Heidi y se han tomado todo el agua con misterio de Andalucía Occidental, por decirlo finamente. Y en medio de todo esto, Pakirring, el rey del mambo, que va bonito también (recuerden que está actuando, que no va pedo, vamos, que este es el lado Meryl Streep de Pakirring).

-Títulos de crédito: Sorprendentemente, los directores de esto se han atrevido a poner sus nombres. 

-Una pilingui con cara de tronista. Kiko en un sofá de resacón. Kiko y el autotune cantan en un decorado con fluorescentes de 9,99 euros del Tiger. Y aquí hay presupuesto que hay mucha luz. 

-La frase "No se porqué cuando bebo me dan ganas de llamarte". Eso, y que Kiko sólo se acuerda de ellas cuando se empina medio litro de Jagger. Todo esto, que quede claro, es ficción. Kiko sigue actuando.

-Le tocan el timbre del adosado y aparecen dos amigos vestidos por Paco Porras y cara de haberse escapado de un Proyecto Hombre. De nuevo, tranquilas, son actores. 

-La tronista sigue bailando mientras a casa de Kiko siguen llegando personas con cara de antecedentes. Empiezo a pensar que el casting de esto lo han hecho a la salida de Alcalá Meco. Qué realismo todo.

-La casa de Kiko ya parece una Supermartxe y hay una que lleva un escote muy 1996 que le mira con cara de mamada. Las cosas como son.

-Drama: llega un repartidor de pizza con el pelo más Locomía de la historia. Nada más entrar en la casa, cuatro salidas le arrastran, le quitan la coleta y le ponen a bailar en pelotas en medio del salón. Y él, que queria una noche de tranqui.

-Kiko se empieza a agobiar porque la del escote ochentero no hace más que darle copas. Y sigue cantando que si no está pedo no quiere verla ni en pintura. Si esto no es realismo social (de polígono) ya me contarán. 

-Le han robado el sujetador a una y los "machos alfa" de la fiesta se lo ponen en la cabeza a modo de sombrero. De repente aparece la dueña en bragas y ligueros tapándose las tetas y les pide que le devuelvan el sujetador. Esto ya empieza a ser un drama tipo Pérez Galdós.

-El de la pizza ya está en calzoncillos botando en un sofá. Y Kiko, al más puro estilo Eminem nos recuerda que "Soy Kiko Rivera, directamente desde España". Estoy por beberme un champú ahora mismo.

-La cosa termina con un final que solo te puede escribir David Fincher. O Scorsesse. Kiko despierta al lado de la del escote Technotronic y se da cuenta de que su vida, incluso sin Jorge Javier, es una pesadilla.

FIN

Ahora, si tienen cojones y siguen queriendo verlo.... aquí lo tienen.



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