domingo, 2 de noviembre de 2014

TEATRO: EL HOMBRE DEL CUARTO OSCURO





Una advertencia a todos aquellos que piensen ir a ver (deberían) EL HOMBRE DEL CUARTO OSCURO. El título y el cartel son meramente orientativos y no necesariamente reflejan la gratísima sorpresa que se van a llevar los espectadores… sigan leyendo que les cuento.

Tres actores, un escenario casi vacío decorado por una carga emocional a punto de detonar desde el minuto uno. Porque desde su mismo inicio EHDCO es una hemorragia de sentimientos muy turbios que nos transporta a una época en que drogarse y follar a lo loco era lo que uno tenía que hacer para ser moderno. Dos personas, hombre y  mujer, vienen a la capital para eso que se conoce como “triunfar en Madrid” del que tanto les hablé en mi trilogía “Historias de Chueca”. Y quieren triunfar en el cine porque en los ochenta todo era posible. Miedo a nada. Ni a las drogas, ni al sexo, ni al fracaso. El Carpe Diem a lo bestia en un texto (maravilloso, real y sobre todo creíble) de Paco Rodríguez que, además, interpreta al tercero en discordia con la mejor frase la obra (tanta droga… y mira qué gorda estoy). Tres actores absolutamente entregados con distintos grados de dramaturgia pero metidos en el personaje desde el minuto uno. EHDCO es una pequeña maravilla del off Madrid por eso precisamente. Todo es real y todo es creíble. Desde Almodóvar no se había visto una crónica ochentera tan bien concebida y tan cercana a una realidad que produjo mitos para la historia como Alaska o Tino Casal.
Yohanna Cobo es una gran actriz y de ello deja prueba su gran registro, su frescura y su facilidad para arrancar sonrisas y lágrimas casi a partes iguales. Paco Rodríguez brilla en un papel autoescrito que supone una bocanada de aire fresco en una historia más oscura de lo que parece. Y Jon Rod sale absolutamente airoso del papel más difícil, tanto por texto (su personaje nunca es gracioso) como por lo físico. En estado de semi desnudez desde el mismo inicio representa el miedo de todo ser humano, encontrarse con alguien que te diga eso de “para que haya alguien tan bueno como tú, tiene que haber alguien como yo”.
Por supuesto, les recomiendo encarecidamente que acudan a ver uno de estos fines de semana EHDCO. Personalmente, les confesaré que al salir de la Sala Azarte (San Marcos 19, Madrid) uno se siente feliz de haber pagado una entrada que ayude a talentos como estos a seguir trabajando y construir tres carreras que prometen mucho, muchísimo. De verdad, no se la pierdan.

EL HOMBRE DE CUARTO OSCURO
SALA AZARTE
Sábados y Domingos de Noviembre.
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