martes, 18 de noviembre de 2014

¿EL DEPORTE FAVORITO DE LOS ESPAÑOLES?



¿Las  motos? ¿La Fórmula Uno? ¿El tenis con Nadal? Los españoles somos pioneros, especialistas, participantes y espectadores de nuestro verdadero deporte nacional: LA CRÍTICA SALVAJE 

Leo casi asustado una crítica que Fernando Neira le hace a Enrique Iglesias. Fernando se horroriza ante (según él) la nula capacidad vocal del hijo de Julio que ya es más grande que Julio y termina diciendo que fue de Aleluya que el concierto terminara. En serio, no me voy a poner a criticar a compañeros pero... ¿era necesario ese despiece? ¿De verdad necesitamos que Enrique Iglesias afine cada nota? ¿No podríamos centrarnos en la calidad del espectáculo que le ha hecho ganar el premio a la mejor gira mundial en los últimos EMA?

Antes de seguir, contarles que la carrera del hijo de Isabel me da igual y que este verano si lo llego a tener delante lo mismo le estrangulo por lo de "Bailando" (esto, por supuesto, es broma). Yo sigo siendo de esas personas que se emocionan cuando Penélope Cruz gana un Oscar, cuando Bardem recibe unas criticas acojonantes o cuando veo a Jordi Mollá en blockbusters americanos. De la misma manera que no soy nada nacionalista para lo político, sí lo soy para el talento. Y a veces me siento atrapado en un país que casi siempre es demasiado cruel con las personas que triunfan. Y cualquier excusa es buena. Si yo fuese Penélope Cruz (o un primo segundo de Penélope) hacía años que había salido a la calle con una motosierra. Las barbaridades que se dicen de ella son de pasmo. A Enrique Iglesias se le llama de todo menos buen cantante, pero su hermano Julio José (el que no ha triunfado), sin embargo, cae bien. Elogios para el perdedor, machaque al que destaca.

Quizá por eso apenas exportamos talento. Hollywood está plagado de actrices italianas, francesas, inglesas... ¿y españolas? Pues más bien pocas. Y lo mismo pasa con la música. Parece que en España cuanto más guarro, más porrero y más dejado, más auténtico eres. Quizá por eso tenemos una industria absolutamente pobre que no sabe crear talento al tener espectadores ávidos de criticarlo. En el mundo no se oye nuestra música y apenas se ve a nuestros actores, Y cuando uno asoma la cabeza...¡zás!

Que a uno no le guste Enrique Iglesias es absolutamente normal, claro que sí. Pero si te horroriza tanto no vayas al concierto. Vete al concierto de alguien que te guste y dedícale unas palabras bonitas. Se trata de construir, se trata de enfatizar lo bueno. Bastante cabrona es la vida como para ir un sitio a insultar. Quizá por eso no he ido a un concierto de Lady Gaga, porque saldría espantado. Tengo cosas mejores que hacer con mi tiempo y sobre todo, cosas mejores que escribir.

Gracias por leer...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Vivimos en un país de envidiosos, donde prima el despellejar al prójimo...Deberíamos dejarnos de darle tanta importancia al mundo del "faranduleo barato" y centrarnos
mas en luchar contra los corruptos y los gobernantes que permiten, que España vaya cada vez a peor...