Vaya por delante (que les conozco) que no soy votante del PSOE. Pero esta vez no puedo evitar apoyar una nueva campaña que me parece necesaria en la sociedad en que vivimos. Hay que decirlo alto y claro:
LA TRANSEXUALIDAD NO ES UNA ENFERMEDAD
Conozco desde hace muchos años a CARLA ANTONELLI (la estupenda señora de la foto) y les doy mi palabra de honor de que no es una mujer enferma. Carla es una persona como usted y como yo, bueno, bastante más inteligente que yo, si les soy sincero.
La Organización Mundial de la Salud describe la transexualidad como una patología, una enfermedad mental y yo no puedo estar más en desacuerdo. En mi opinión, la transexualidad es un desgraciado accidente genético que se produce cuando uno nace con los genitales equivocados. Exactamente igual que cuando uno nace con seis dedos en un pie. ¿Llamaría usted enfermo a un señor que tiene once dedos? Pues claro que no, eso es lo que yo pienso. Una persona transexual es una persona diferente pero no una persona enferma. Exactamente lo mismo ocurría hace muchos años con la homosexualidad. El tiempo y la razón han demostrado que los gays no padecen ninguna patología (excepto el desmedido amor a Madonna y Mónica Naranjo) y hoy esa despatologización es un hecho que ha contribuído enormemente a la normalización. Lo mismo debe ocurrir ahora con las personas transexuales. Andar por la vida con un cartel encima que diga "enfermo" es una absoluta crueldad para personas que, por culpa de la maldita genética, hasta ahora lo han tenido más difícil que usted y yo en la vida.
Recuerden siempre que la transexualidad no es una enfermedad pero la transfobia sí lo es. Y una sola cosita más, el día que el Partido Popular haga iniciativas como esta, abogando por la normalización, el respeto y la tolerancia tendrán un sitio de honor en este blog.
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