jueves, 16 de octubre de 2014

HOY ES EL DÍA MUNDIAL DE LA ALIMENTACIÓN



Y por lo tanto, vengo a hablarles de un tema que me parece esencial. A costa de que ustedes me llamen insolidario, hoy voy a obviar el tema del hambre en el mundo, en África y donde sea. Porque hoy me voy a centrar en España. Y si es que ustedes no lo saben, los datos son alarmantes.

No podemos seguir cerrando los ojos amparándonos en que esto es un crisis pasajera. Esta mañana me la he pasado completa investigando datos oficiales hasta dar con una información más o menos real y coherente que contarles. Y esto es lo que hoy he aprendido:

- La malnutrición en España es una realidad. Casos asosmbrosos como los de Cataluña, donde sube seis puntos o Andalucía donde se calcula que más de 140.000 niños pasan hambre todos los días.

-Y lo del resto de comunidades tampoco es para echar cohetes. Canarias, Castilla y León o Valencia son comunidades especialmente afectadas por la precariedad alimentaria en niños. Si lo piensan, es escalofriante.

-Los datos definitivos: en 2013 más de 30.000 familias atravesaron dificultades para dar de comer todos los días a sus hijos.

-Según datos de Unicef, uno de cada cuatro menores de 16 años está por debajo del umbral de la pobreza (dato de 2012).

-En lo que llevamos de 2014, los comedores sociales han duplicado el número de usuarios.

-Cáritas, que realiza una maravillosa labor, no da a basto y la Iglesia tan solo le aporta el 2% del presupuesto que necesita. Vergonzoso.

-Es España, el hambre ha aumentado pero (una buena noticia) el hambre en el mundo se ha reducido un 17% en las últimas dos décadas (datos de Metroscopia, 2013).

Ahora ya conocen la realidad. Yo sigo con el estómago encogido y, sinceramente, pienso que hay que pasar a la acción. ¿Necesitamos seguir invirtiendo en armas? ¿Debemos seguir pagando jubilaciones millonarias a políticos que no cumplen consu trabajo? La respuesta es (llámenme demagogo) NO. Lo que una gran parte de la gente que vive en mi país necesita es, sencillamente, comida. Hagamos algo, por favor.

De nuevo, gracias por leer.

No hay comentarios: