martes, 7 de octubre de 2014

CRÍTICA DE TEATRO: DIEZ NEGRITOS



Soy un fanático de Agatha Christie. Por lo tanto imagínense ustedes las ganas que tenía de ver la versión teatral de DIEZ NEGRITOS, probablemente su obra más famosa. Y acabé gratamente sorprendido. Sigan leyendo que les cuento...

Para empezar, lo que predomina en la obra es la elegancia. Por encima de todo. A pesar de ser una propuesta mucho más humilde de lo esperado (todo transcurre en un solo decorado) esta nueva versión decide plantear un primer acto a modo de descripción para pasar a un segundo acto vertiginoso donde las muertes se suceden sin parar dejando al espectador casi desprevenido. Toda la elegancia, la pausa en las palabras y los personajes estrambóticos (marca de la casa Christie) están ahí. Los fans de la escritora inglesa apreciarán el respeto con el que está tratado el material original.
¿Los contras? Quizá unos momentos de excesiva lentitud en el primer acto y algún crimen no tan bien solucionado debido, mayoritariamente a problemas de presupuesto y/o producción. Al ser una obra tan coral, por otra parte, hay personajes que no disponen del suficiente texto o tiempo para calar hondo entre el público.
¿Los puntos a favor? Muchos. Para empezar la gigante presencia sobre un escenario de Antonio Albella, uno de los mejores actores que ustedes pueden ver atravesando la cuarta pared que realiza, sin duda alguna, la mejor creación de todas, un doctor neurótico, prisionero de sí mismo con problemas de adaptación y un lenguaje corporal que oscila entre lo cómico y lo nervioso. Igualmente sorprendido por el hieratismo, la frialdad y la pretendida soberbia del personaje que interpreta Lara Dibildos. La música juega un papel importante así como los efectos de sonido que enmascaran algunos asuntos no resueltos técnicamente del todo. Y el final. Un final que es una apoteosis del crimen en sí mismo elegantemente resuelto, sin estridencias y captando perfectamente ese humor negro sin el que no se puede entender la obra. Si van a verla, tengan en mente que cualquiera puede ser un asesino y sobre todo... no le cuenten a nadie el final. Agatha Christie y yo le estaremos muy agradecidos,

1 comentario:

Anónimo dijo...

Abel!!! Me encanta 10 negritos y Agatha Christie!!! Y no veas la ilusión que me ha hecho verlo en tu blog.

Más de esto y menos "Chabelita y alguien que no le importa a nadie, hacen algo ídem".

ASÍ SÍ.