Este mediodía he cometido un error enorme. He visto el
telediario. La cadena da igual. Las desinformaciones son las mismas desde
diferentes ángulos. ¿Derecha? ¿Izquierda? ¿Qué más da? La porquería viene de
todos lados. Sigan leyendo si se atreven y tienen estómago.
Esta semana toca lo de Jordi Pujol. Que si se fijan ustedes
nos viene muy bien para despistar la perdiz. ¿Qué perdiz? Les paso el menú y
ustedes eligen qué perdiz estamos mareando esta semana:
-Ensaimada mallorquina de Perdiz (Jaume Matas)
-Perdiz de la buena suerte (Fabra)
-Perdiz vasca real en su salsa (Urdangarín)
-Perdiz a la Mascletá (Gürtel)
-Perdiz a la sevillana (EREs)
-Perdiz a la crema suiza (Bárcenas)
y el plato especial de hoy
-Perdiz amd tumaca (Pujol)
Y podríamos seguir con un repertorio de perdices que ríanse
ustedes de un especial de la revista “Jara y Sedal”. El caso es marear la
perdiz pero sin llegar a nada. Somos especialistas en nadear, además de
criadores mayestáticos de perdices. Los escándalos políticos en España son
tantos y tan numerosos (más de 100 imputados solo en el Partido Popular valenciano)
que tenemos un atracón de perdiz. ¿Puede una perdiz emborrachar? Si prestan
ustedes atención, verán que sí.
Uno no puede incluso poner una mueca de espanto cuando se
entera de “lo de Jordi Pujol”, que hasta hace 24 horas era “honorable”. Y como
si esto fuera una película de Woody Allen donde asistimos a la deconstrucción
de un personaje, seguimos de espectadores del asunto sin apenas hacer nada.
¿Dónde están hoy los catalanes indignados que se acaban de enterar de que su “President”
le ha estado tomando el pelo –y la cartera- durante todo su mandato? ¿Es una
confabulación de Alicia Sánchez Camacho para parar el contubernio
independentista a golpe de labio patrióticamente hinchado? ¿Por qué no hay una manifestación
hoy en Barcelona para decirle a Jordi Pujol del mal que se va a morir? ¿Y en
Valencia? ¿Existen las falleras indignadas? ¿Y en Andalucía? ¿Flamencas
arrepentidas? Ni idea, oigan, sobre todo porque nadie sale a manifestarse ante
estos atropellos y comentar los modelos de la Juez Alaya es más entretenido que
bucear en la biografía de Chávez, por ejemplo. Manifestarse contra el Gobierno
Central es ya casi una cosa deportiva. Y es que el Gobierno Central es, en su
mismidad un ente abstracto (si pensamos que el presidente Rajoy da ruedas de
prensa en plasma…es más fácil asimilar el concepto) ante el que es fácil
quejarse. Porque es abstracto. Rajoy y Zapatero son muy abstractos ambos dos si
lo piensan. Es complicado decir si se merecen una hostia con la mano abierta o,
por el contrario, a uno le entran ganas de llevarles a tomar un chocolate con
churros de lo desamparados, desangelados y deslavazados que se les ve. Los
pobres. Ya ven, ahí forzados a salvar a la patria obligados por la maldita
democracia a esta condena que pesa tanto (por favor lean esta última frase con
el tono de voz de la desaparecida Rocío Jurado que queda mejor).
Pero… ¿salimos a la calle a llamar “hijo de puta” a alguien?
¡Ah no! Esto sí que no. Para qué nos vamos a mojar. De eso nada. Es mejor joder
al ente abstracto que al jefe de la tribu. Yo todavía sigo esperando que todas
las ONGs de España convoquen una manifestación para decirle a Iñaki Urdangarín
por dónde debería meterse el “sin ánimo de lucro”. Pero no ha sucedido. Ni sucederá.
Si Iñaki llega a la cárcel (fuentes judiciales me comentan que es prácticamente
seguro) lo que más nos importará es ver su entrada a la trena de la misma
manera que asistimos a un intento de “dormir para siempre” de Rosa Benito (esta
es experta en pichones, no en perdices, ya ven). Y tiro porque me toca.
¿Se imaginan ustedes un accidente de tráfico donde varias
personas yacen malheridas, gritando de dolor, sangrando abundantemente y a su
alrededor hay un grupo de personas que comentan lo horrible de la situación
pero nadie llama a una ambulancia? Pues eso mismo, en mi opinión, es lo que nos
está pasando. Somos víctimas de la inacción. Y ya de paso, somos un chiste. Lo
del país de pandereta lo dejamos atrás con los Farruquitos, los Pantojas y los
Ortega Cano. Ahora somos un chiste, y de pésimo gusto. Si ustedes tienen un
ratillo libre les propongo un juego de lo más macabro. Abran su explorador de
Internet favorito y lean la prensa Europea. Lean lo que dicen The Times,
Corriere della sera, Le Monde, La Stampa, Le Figaro, Die Welt o The Guardian,
por ejemplo. Yo lo he hecho y el mal trago les aseguro que es de alto impacto.
En esos periódicos, sorprendentemente, no se marea la perdiz, incluso ya en el
colmo del escándalo (agárrense los machos) a nuestra reina y ex presentadora de
Telediarios le llaman bastante cosas que aquí supondrían, probablemente, el
cierre inmediato de una redacción. ¿Soy exagerado? Llamen a la redacción de la
revista de humor “El Jueves” y hablen con su director y luego me cuentan.
Ya está. Ya me he desahogado. Me he quedado tranquilo y
además no me ha hecho falta (casi) insultar a nadie. Pero me asusta vivir en un
país que cada día es un accidente más grande, donde cada día se sangra más y
nadie llama a una ambulancia. Debe ser porque estamos terriblemente atentos al
vuelo de una perdiz.
Que pasen ustedes un buena tarde.
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