
Cualquier noticia que lleve de subtítulo "furia gay en La Plata" es, simplemente como para ganar el Pulitzer. La noticia dice así:
"Un travesti platense abandonado por su novio, protagonizó sus 15 minutos de fama en la Capital bonaerense, al no poder ser detenido por disturbios y ebriedad por la policía, a los que quiso besar por la fuerza, y los agentes del orden huyeron despavoridamente."
Es decir, que el travesti estaba como Las Grecas y cuando fueron a detenerle le dio por enamorarse de las fuerzas del órden público. Y la cosa sigue:
"Furioso por el abandono de su pareja, el travesti, que parecía un ropero por su desmedida altura, les dijo los policías que “como puede ser que ese desgraciado me deje, si estas dos que tengo me las hice para él”, levantándose la remera y dejando ver sus senos"
Que tu marido te deje tras ponerte unas tetas como dos melones para él, justifica cualquier actitud violenta, sin duda alguna. Tan violenta se puso que cuando fueron a detenerla, se puso romanticona y casi le parte el maxilar a un agente al intentar comerle la boca. La patrulla, por supuesto, se piro acojonada a todo correr sabiendo que un travesti despechado es infinítamente más peligroso que catorce skinheads en el orgullo gay pasados de anfetaminas.
Un drama de hoy en día, una furia gay sin parar y, por lo tanto...la noticia del año.
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