
No piensen que estoy de coña marinera. La noticia que ven ilustrada en la foto es absolutamente real. Un muchacho de 18 años se ha matado, literalmente, practicando el onanismo en Brasil...
Es horroroso reírse de una desgracia ajena, lo sé, pero es que ha sido un sin parar al leer las declaraciones de la madre de la víctima masturbatoria que dice que ella le llevó al médico porque aquello ya no era normal, que el crío nunca tenía bastante. Y así debía ser porque el chico se masturbó 42 veces seguidas. Es decir, de un orgasmo a otro y de ahí al infarto. Por supuesto (y no se me hagan los falsos) una vecina mía y yo, que hemos comentado la noticia en el ascensor nos hemos preguntado por el estado del pene del muchacho, que lo mismo se le había desprendido del ímpetu. Y es que el artículo explica que en realidad todo esto pasaba porque le gustaban todas las mujeres. Literalmente el periodista dice que le gustaban "gordas, flacas, altas, bajitas, estudiadas, desempleadas, de color o blancas...todas eran de su agrado". Y luego un amigo remata contando que "en cuanto una mujer se le ponía al lado se ponía como loco y les quería hacer el amor largas horas en la intimidad". Les vuelvo a repetir que es malísimo reírse de las desgracias ajenas y puedo oír sus carcajadas desde aquí...
Por dios, controlen esos arrebatos que miren lo que pasa...
1 comentario:
¿Y quién contó las veces que se masturbó?
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