Señoras y señores, un servidor de ustedes no da ya crédito a las cosas que ve. Y les explico. Una organización de Estados Unidos (dónde si no) de esas que están fervientemente en contra del aborto ha decidido producir este juguete que ven ustedes a continuación. Un bebé embarazado con sus toallas y su set de biberones para el recién nacido. Pero atención porque el recién nacido también está embarazado. Y todo ello para concienciar a los niños católicos de lo horrible que es el aborto. Ahora, más que nunca, espero sus opiniones...
4 comentarios:
Honestamente no tengo palabras. Nuevamente la religión haciendo estragos. ¿En qué cabeza cuerda de madre responsable queda el regalar a una hija un juguete de esta índole?
Esto altera todos los principios de educación sexual científica y sana en el hogar, obviando el cuentecito de la cigüeña.
Nosotros los adultos, que somos padres, tíos y familiares, tenemos la responsabilidad de contestar (dentro de un marco de madurez adaptable a la edad del niño que pregunta) todas esas inquietudes a cerca de la sexualidad en TODOS sus sentidos. No es necesario usar un juguete que raya en la aberración para explicar como los niños vienen al mundo y los valores de la preñez.
Total, no estoy de acuerdo con el aborto, pero hay que enseñarles a los niños y jóvenes que como decimos en Puerto Rico: "Si metiste mano antes de tiempo creyéndote grande, asume la responsabilidad no creyéndote grande... siendo grande!".
Ni de coña. Dejando a un lado la posible polémica sobre el tema...el muñeco es feo de cojones...No compro eso ni muerta...
no me parece por que cADA niño tiene que vivir su etapa de iluciones en su mundo de fantasias a que sueñen con cosas lindas y de niño y cada lugar tiene su tiempo no me parece enseñarle eso a un niño que no tiene la madurez suficiente para entender eso solole daria curiosidad y haria cosas peores
El consumismo cada día respeta menos los valores que dividen a los seres humanos de las bestias.
Lo peor es que hay padres que se sienten muy modernos comprando este tipo de juguetes a sus hijos y lo único que hacen es robar su infancia e inocencia.
La infancia que disfrutamos, hoy al parecer es de antaño.
Hemos llegado al punto donde toca analizar muy bien si lo que se ofrece en el Mercado cumple con los parámetros morales con los que fuimos educados. De no ser así es mejor pasar de largo aunque nos tilden de anticuados.
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