Esta semana el nombre de JASON COLLINS se convertía en lo más comentado de la semana. Es la primera vez que una superestrella del deporte en activo salía del armario. Y todos somos absolutamente conscientes de lo difícil que ha tenido que ser dar ese paso.
Todo el mundo comenta que en los dos equipos más grandes del fútbol español hay jugadores gays. Y sin embargo, no nos imaginamos a ninguno de ellos (en caso de que existan) saliendo del armario. Y casi que les doy la razón. ¿Se imaginan los insultos que se escucharían en los retrógados campos de fútbol españoles? Yo pienso que con la homofobia existente, yo también me hubiera quedado en el armario. Por eso, lo que ha hecho JASON COLLINS resulta especialmente valiente y valioso. Esperemos ahora que el mundo del deporte le respete y le deje vivir como lo que es: un hombre normal.
1 comentario:
Unos apuntes:
1. La primera superestrella del deporte que salió del armario estando en activo fue Justin Feshenu, un jugador de fútbol inglés que acabó suicidándose después.
2. La primera superestrella del deporte que salió del armario estando en activo y que además sigue vivo fue el destacadísimo jugador de rugby galés Gareth Thomas, todo un icono en el Reino Unido y otros países europeos donde el rugby en un deporte de masas. Ahora está retirado.
3. Jason Collins no es una superestrella, es un jugador del montón con una trayectoria en la NBA discreta en lo que a estadísticas y títulos se refiere tanto a nivel individual como colectivo. Es un jugador de equipo normal, pero para nada una superestrella. Como gran aficionado al baloncesto que soy desde hace 20 años, ni le conocía hasta que ha salido del armario (de lo cual me alegro un montón, claro).
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